Desde el año 2013 el Club Sierra Nevada fomenta la recreación y prácticas de vida saludable a través del Voleibol sentado como una oportunidad para quienes a pesar de las limitaciones físicas desean alcanzar el sueño de ser deportistas.
Lo miembros que integran el Club promotor paralímpico Sierra Nevada decidieron escapar de lo cotidiano a través de la práctica del deporte. El voleibol les sirve como impulso para luchar y superarse.
La Fundación Arcángeles de Bogotá bajo el proyecto llamado Sport Power, y la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), reunieron a personas en condición de discapacidad para practicar Voleibol.
El coliseo menor acoge los entrenamientos, después de una lucha por conseguir un escenario apto.
El Club promotor actualmente cuenta con el apoyo de la Liga de Voleibol del Magdalena, y ha dejado huella con su participación en campeonatos regionales.
El equipo siempre queda en los primeros lugares de las competencias a las que asiste. En la ciudad de Riohacha consiguieron el título de campeones.
LOS ESCENARIOS DEPORTIVOS
El hemiciclo de la Universidad del Magdalena fue el primer lugar escogido por un par de jugadores y un entrenador, quienes empezaron a practicar y descubrir su talento.
Después de un tiempo los jugadores pasaron a entrenar en la cancha deportiva del Poli Sur, pero el sitio escogido por decisión de la junta directiva no fue el adecuado.
A pesar de las dificultades, no paran de soñar.
El escenario no estaba apto para el deporte por el mal estado del piso que dañaba las pantalonetas y camisetas, sin embargo, la disciplina y las ganas de salir adelante permanecían intactos.
El último sitio donde notoriamente empezaron a reflejarse cambios en la técnica, estado físico y condiciones del espacio, fue en el Coliseo Menor, para lograrlo tuvieron que pasar varios años.
CAMBIANDO VIDAS
Dagoberto Mattas perdió su pierna derecha cuando cayó en un campo minado el 16 de julio del 2007, durante una operación de registro y control militar de área en el Norte de Santander, donde prestaba el servicio.
Su vida empezó a cambiar luego de estar un mes bajo observación médica e internado en la Clínica Carlos Ardila Lülle en Floridablanca.
Dagoberto es un ejemplo de cómo el deporte cambia vidas.
Mattas se dio cuenta que no servía de nada llenarse de dolor y frustración y para seguir adelante en el año 2008 se radicó en la Ciudad de Santa Marta, con el fin de estudiar Comunicación Social y Periodismo en la Universidad Sergio Arboleda.
A pesar de todo lo que padeció nunca se dejó caer, pero su vida cambió de verdad cuando en el año 2014 fue invitado a jugar Voleibol sentado. Este deporte cambió su vida, le dio fuerza, ganas y motivos para luchar cada día.
