En su última presentación pública antes del debate electoral, Norma Vera, habló sobre las limitaciones que la guerra y la violencia han impuesto a varios sectores de la sociedad.
La Defensora de Derechos Humanos y Activista por los Derechos de las Mujeres, Norma Vera, ha dado un golpe de autoridad en el Gran Encuentro Multitudinario con la 33 de la Esperanza, que supone el final de sus reuniones públicas en el Magdalena.
Norma Vera Salazar estuvo acompañada del Director Programático de la Coalición de la Esperanza, Juan Fernando Cristo; un nutrido grupo de líderes cívicos y sociales del Magdalena, y 5.033 simpatizantes de su proyecto político.
En su discurso, con un alto contenido de sensibilidad social, la Defensora de Derechos Humanos habló sobre las limitaciones que la guerra y la violencia han impuesto a varios sectores de la sociedad.
“Los sueños y la esperanza de la pobreza son corticos, apenas alcanzan para pensar en qué comer al desayuno. Los sueños y las esperanzas de quienes la pobreza nos vendió en la cara la guerra, apenas alcanzan para sobrevivir”, dijo Norma Vera Salazar.
SENSIBILIDAD SOCIAL
Norma Vera, explicó que a pesar de la pobreza de la que estuvo rodeada en los primeros años de su vida, pudo salir adelante por cuenta de la educación. “Dios me entregó una posibilidad inmensa: fue la educación la que me dio la esperanza, sin luz aprendí a leer y en la biblioteca de Gaira, leyendo a los Clásicos, soñaba que esa vida fuera poesía”.
Habló también de lo importante que es para ella la universidad pública, con la que se ha comprometido a modificar desde el Congreso la forma y los montos de las transferencias. “Me topé con la Universidad pública y la Universidad me hizo profesional, me hizo creer, me hizo soñar y me hizo esperanzarme”, acotó.
Contó como a corta edad tuvo que ver la cara más fea de la violencia contra los niños. “A los ocho años me violaron, y no solamente penetraron mi cuerpo, marcaron mi alma. Me convirtieron en una hija del sufrimiento, una hija que tuvo por muchas noches insomnio, que soñaba con monstruos que salen debajo de la cama”, expuso Vera Salazar.
“Yo era una mujer del sufrimiento, pero Dios que me dio el 33 al Senado, me dio también un corazón restaurado y una causa: la Causa de las Mujeres. Poco a poco, durante 20 años y con las más de 10 mil víctimas que he defendido, me he restaurado”.
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LA 33 DE LA ESPERANZA
En ese orden de ideas, utilizando la tragedia que a diario aqueja a miles de colombianos, se refirió a la forma poco honesta como los políticos tradicionales actúan estando en el poder.
“En este país nos violan todos los días, a algunas mujeres el cuerpo, pero a todos nos violan los derechos, nos violan sin empleo, nos violan sin agua y así vamos por el Mundo sin esperanza y sin posibilidades de sueños”, afirmó Norma Vera Salazar.
Finalmente, invitó a que el próximo 13 de marzo voten por ella. “Esta voz que ha defendido 10 mil víctimas, esta voz fuerte y calificada, quiere ser la voz que los enorgullezca, la voz que les de esperanza, la voz que los llene de amor, que le dedique poemas al agua, a las vías terciarias”.
“Quiero ser la voz que hable por ustedes en el Congreso, para que La Guajira tenga vías, que no se mueran de hambre los niños, que el Magdalena esté conectado, la voz que hable de las agendas de desarrollo”, puntualizó Norma Vera Salazar.
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