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La Importancia de detectar y abordar las señales de alarma ante la conducta suicida

Por Diana Carolina Lizcano Orozco
Señales de alarma de una conducta suicida: declaraciones de desesperanza, comportamientos autodestructivos requieren atención inmediata.

Señales de alarma de una conducta suicida: declaraciones de desesperanza, comportamientos autodestructivos requieren atención inmediata.

Quizá en algún momento de la vida has escuchado en reiteradas ocasiones a una persona cercana decir, ¡Ojalá estuviera muerto!; ¡A nadie le importo!; ¿Para qué sigo viviendo?; ¡Soy un estorbo para mi familia!; ¡La vida no tiene sentido!.

O has notado de que esa misma persona muestra comportamientos de abuso de alcohol y sustancias psicoactivas, hace amenazas directas de hacerse daño o quitarse la vida, está enfocada en la muerte a través de conversaciones, escritos, dibujos, publicaciones en línea a cerca de la muerte o el suicidio, tiene un plan de muerte por suicidio y así, muchas otras exclamaciones, preguntas o evidencias que uno no alcanzará a imaginarse.

Tal vez muchas veces lo has escuchado o evidenciado, pero ¿le prestas la suficiente atención?, quizá no porque da miedo confrontar o preguntar al respecto, tal vez crees que hacerlo hará más daño a la persona, pero no, es todo lo contrario.

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Bueno, lo anterior es un claro ejemplo de señales de alarma ante la ideación, intención o conducta suicida de una persona,  pero que a través de una detección temprana ante esta situación de riesgo se puede apoyar y acompañar como es debido.

Signos de alarma y acompañamiento de familiares y amigos cercanos

A medida que la situación se presente más detallada, mayor será el riesgo y así mismo, los signos de alarma son más altos. Cambios abruptos en la conducta como el aislamiento, impulsividad, cambios significativos en el estado de ánimo, o sea, pasar de la tristeza a la aparente felicidad, vincularse en actividades arriesgadas o autodestructivas y descuidar la apariencia o la higiene son síntomas que deberían encender el bombillo rojo de alarma.

Como familiares y amigos cercanos que han visto comportamientos diferentes es nuestro deber prestar atención a esas señales de alarma porque va a ser muy beneficiosa la detección temprana.

Se debe hablar de manera clara sobre cómo se siente, preguntarle sin ningún temor si ha pensado en el suicidio y si al pensar en éste, tiene algún tipo de plan para hacerlo, una fecha, pero sobre todo si hay algo que se lo impediría.

No se debe dejar sola a esa persona que grita con todas sus fuerzas que la pasa mal, por eso, también pregunte cómo cree que puede apoyarlo y acompañarlo en ese momento. Además, y muy importante evite comentarios como: “tienes toda la vida por delante”, “es que debes cambiar tu actitud”, “Todos pasamos por malos momentos”, porque cada palabra de estas invalida el sentir de la persona y puede crear una barrera en el proceso de acercamiento.

En cambio hable con calidez y empatía, a través de frases como, “me importa saber cómo estás”, o “estoy aquí para ti”, ya que éstas favorecerán la comprensión y la cercanía.

No culpar, no humillar ni juzgar; es primordial hacer acompañamiento en el desarrollo de actividades, en procesos médicos y psicológicos. Asimismo, sea paciente en el proceso de tratamiento porque ameritan tiempo, es como si fuera un día a la vez.

Un tema de Salud Mental

La realidad  clara y sin adornos para llegar a la eliminación de mitos y falsos conceptos sobre las conductas suicidas es que éstas le pueden sobrevenir a cualquier persona y en cualquier momento. Es un síntoma, no una enfermedad.

Aunque se debe tener en cuenta que las personas más propensas son las que tienen dificultad para tolerar la frustración,  que suelen ser impulsivos o se encuentran en situaciones de desesperanza.

Es un tema de salud metal que no se da de la noche a la mañana.  La raíz de una situación de riesgos puede encontrarse en  problemas psicosociales, condiciones de trastorno postraumático, depresión, ansiedad, vulnerabilidad, dificultades económicas, problemas intrafamiliares, ser o haber sido víctima de actos de violencia o abuso, entre muchos otros.

En los niños, niñas y adolescentes puede localizarse en los roles y vínculos  familiares no muy claros, como por ejemplo, padres ausentes, maltrato verbal y psicológico en el proceso de desarrollo.

Hoy en día se puede trabajar en estas situaciones de manera un poco más clara y sin tantas restricciones, puesto que, la salud mental  ahora está en un punto de inflexión que se registra en un antes y después de pandemia, ya las personas hablan más de cómo se sienten, sus miedos o anhelos y que, además, cada día se minimiza el erróneo concepto de que tener una cita médica con psicología o psiquiatría es para personas locas.

Asunto de Salud Pública

El suicidio es un problema de salud pública que se revisa a nivel mundial. Es un fenómeno multicausal y multifactorial, lo anterior, es porque no se puede reducir a una sola causa o un solo factor, sino que es la suma de ciertas condiciones o características individuales en las personas lo que pueden hacerlos vulnerables a la ideación suicida o hasta llegar al suicidio consumado.

Entendamos que es la conducta suicida

Es una conducta en la que una persona incurre en una acción autolesiva con una intención deliberada por acabar con su propia vida.

Se debe entender también como una condición que va en escalada, en donde se contemplan unas ideas asociadas a la muerte o ideación suicida a través de pensamientos relacionados con ocasionarse la propia muerte o pensar que ocurriría si no existiera en el plano de lo terrenal, después lo que puede ocurrir es que haya una intención de utilizar un método, una forma para ocasionarse daño hasta llegar a la acción deliberada por causar la muerte.

Pero se deja claro que este hecho es prevenible a través del fortalecimiento de los factores protectores, las intervenciones de redes de apoyo (familia, amigos, sistema de salud u otros), y por eso es aunque en algunos casos se llega a la perdida de la vida y en otros gracias a una intervención externa o propia la persona puede resultar ilesa.

Datos que debes saber

A nivel mundial se ha visto un incremento en la tasa de suicidio en los jóvenes. La Organización Mundial de la salud – OMS, reporta que las personas entre 14 y 19 años son el grupo poblacional con el mayor índice de suicidio, sin embargo, también especifican que cada año aumenta el número de personas menores de 14 años que cometen este hecho.

Además, los intentos de suicidios son más prevalentes en la población femenina que en la masculina, pero el índice de suicidio consumado es más alto en la población masculina.

A nivel de Colombia en los últimos cinco años se han presentado 1.600 casos de suicidio consumado y 51.300 casos en intención del hecho. Más actual y que tiene que ver con el Distrito de Santa Marta en el primer semestre de este año fue consumado este hecho por más de cuarenta personas.

VER: Secretaría de la Mujer reivindica atención a la salud de las mujeres

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