La falta de salvavidas pone vidas en riesgo, preocupa a turistas y agrava inseguridad en playas de Santa Marta.
El Rodadero, una de las playas más populares y visitadas de Santa Marta, enfrenta una crisis de seguridad que pone en peligro la vida de miles de turistas y residentes que disfrutan de sus aguas diariamente.
A pesar de que Santa Marta atraviesa una de sus mejores temporadas turísticas, con una ocupación hotelera que ha alcanzado el 81 %, según la Asociación Hotelera y Turística de Colombia (Cotelco), la falta de un número adecuado de salvavidas en esta playa se ha convertido en una amenaza latente para quienes visitan el lugar.
Insuficiencia crítica de salvavidas
En temporada alta, El Rodadero puede recibir hasta miles de visitantes diarios, un flujo considerable que exige una vigilancia constante y efectiva en las áreas de baño. Sin embargo, el número actual de salvavidas es completamente insuficiente para cubrir la extensa franja de playa, lo que aumenta significativamente el riesgo de accidentes acuáticos, incluidos ahogamientos. Actualmente, solo seis salvavidas están asignados para vigilar una de las playas más concurridas de la ciudad, un número que, como aseguran los expertos, no cumple con los estándares mínimos recomendados para garantizar una respuesta rápida en caso de emergencia.
Esta falta de personal especializado no solo compromete la seguridad de los bañistas, sino que refleja un problema más amplio de gestión pública y de priorización de recursos por parte de las autoridades locales. De acuerdo con las recomendaciones internacionales, se estima que debería haber al menos un salvavidas por cada 100 metros de playa en áreas de alta afluencia, una cifra que dista mucho de la realidad actual de El Rodadero.
Consecuencias de la falta de vigilancia
El secretario de gobierno del Distrito, Camilo George Díaz, ha reconocido públicamente la crisis y ha señalado que “la contratación de salvavidas ha sido posible gracias a los recursos que entrega la administración de los baños públicos del sector, pero ciertamente el número es bajo”. Según George, ya se está trabajando en un proyecto que permita garantizar los recursos necesarios para cubrir no solo El Rodadero, sino otras playas del Distrito, con el número adecuado de salvavidas para la temporada alta.
La situación actual de El Rodadero es particularmente preocupante debido a la naturaleza impredecible del mar y la necesidad de que los salvavidas estén preparados para actuar rápidamente en situaciones de emergencia. En áreas tan extensas como esta playa, cualquier retraso en la respuesta ante un incidente puede tener consecuencias fatales. Los expertos en rescate acuático señalan que, en situaciones de ahogamiento, los primeros minutos son cruciales, y con solo seis salvavidas disponibles, el tiempo de respuesta es, en muchos casos, demasiado largo.
Impacto económico y social en las playas
La falta de salvavidas en El Rodadero no solo tiene implicaciones directas en la seguridad de los turistas, sino que también afecta a la economía local. El turismo es una de las principales fuentes de ingresos para Santa Marta, y cualquier incidente grave en sus playas puede dañar la reputación de la ciudad como destino seguro y atractivo. Negocios locales, como restaurantes, bares, y hoteles, dependen del flujo constante de turistas, y un aumento en los accidentes acuáticos podría disuadir a futuros visitantes, provocando una caída en el número de reservas y afectando gravemente la economía de la región.
Un estudio realizado por la Cámara de Comercio de Santa Marta destacó que las temporadas altas de turismo generan más del 60 % de los ingresos anuales de la industria local, una cifra que podría verse comprometida si persiste la percepción de inseguridad en las playas. Además, los residentes de la zona que dependen del turismo para su sustento podrían enfrentar pérdidas económicas si los incidentes se vuelven frecuentes y los turistas optan por otros destinos más seguros.
Comunidad exige medidas inmediatas
Ante esta situación, la comunidad local ha comenzado a manifestar su preocupación. Grupos organizados de vendedores ambulantes, carperos y comerciantes han elevado peticiones formales a las autoridades del Distrito, solicitando un refuerzo inmediato en la seguridad de las playas. Estos grupos han propuesto la contratación de más salvavidas y la implementación de campañas educativas dirigidas tanto a turistas como a residentes sobre los riesgos del mar y las mejores prácticas para disfrutar del agua de manera segura.
Un carpero del sector, Jorge Gutiérrez, expresó que “si no se toman medidas pronto, las consecuencias van a ser mucho peores, y quienes más lo van a sufrir son los que vivimos de esto. La gente se va a asustar y dejará de venir”. La creciente presión de la comunidad ha llevado a las autoridades a considerar la posibilidad de aumentar el presupuesto destinado a la contratación de personal especializado y a la implementación de nuevas medidas de seguridad.
Soluciones a corto y mediano plazo
Una de las principales soluciones que se han puesto sobre la mesa es el incremento inmediato del número de salvavidas disponibles para cubrir la playa de El Rodadero, especialmente durante los meses de mayor afluencia turística. Aunque las autoridades han señalado que el financiamiento de este tipo de iniciativas es limitado, también han destacado que se está trabajando en la búsqueda de fondos adicionales provenientes de la administración de los baños públicos y otras fuentes locales.
Además, se ha planteado la posibilidad de que la Alcaldía de Santa Marta, en colaboración con entidades privadas, implemente una campaña educativa masiva que informe a los turistas sobre los peligros del mar y las normas de seguridad que deben seguir para evitar accidentes. Estas campañas podrían incluir talleres y charlas gratuitas en las zonas turísticas, así como la distribución de folletos y material informativo en hoteles y restaurantes.
En paralelo, la capacitación continua de los salvavidas actuales es crucial para asegurar que estén preparados para enfrentar cualquier tipo de emergencia, desde ahogamientos hasta incidentes relacionados con el clima, como tormentas repentinas o fuertes corrientes marinas.
Seguridad en las playas de Santa Marta
No es la primera vez que las playas de Santa Marta enfrentan problemas de seguridad debido a la falta de personal especializado. En 2018, un informe de la Defensoría del Pueblo alertó sobre la escasez de salvavidas en varios balnearios del Caribe colombiano, incluido El Rodadero. A raíz de este informe, se hicieron algunas mejoras temporales en la contratación de salvavidas, pero la situación volvió a empeorar en los últimos años, especialmente tras la pandemia, cuando los recursos locales se destinaron a otras prioridades urgentes.
Además, a nivel normativo, la Ley 1225 de 2008, que regula la seguridad en zonas turísticas de Colombia, establece la obligación de las autoridades locales de garantizar la presencia de personal capacitado para el rescate y la asistencia de emergencias en balnearios. Sin embargo, la implementación de esta ley ha sido inconsistente, lo que ha generado vacíos en la gestión de la seguridad acuática.
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