Se trata de Serranobatrachus, un género de ranas de lluvia endémicas de la Sierra Nevada de Santa Marta que no se encuentra en ningún otro lugar del mundo.
La Universidad del Magdalena participó en el descubrimiento de Serranobatrachus, un género de ranas de lluvia endémicas de la Sierra Nevada de Santa Marta que se convierte en un importante resultado para la ciencia en el mundo.
En esta iniciativa científica, colaboró el doctor Luis Alberto Rueda Solano, docente e investigador de la Facultad de Ciencias Básicas de Unimagdalena que lidera el área de Herpetología y comportamiento animal.
Según el científico luego de ocho años de análisis filogenéticos y morfológicos, así como de historia natural, se concluyó que las ranas identificadas como Pristimantis, en realidad pertenecen al nuevo género al que llamaron Serranobatrachus.
Es preciso resaltar que esta denominación proviene de Serrano, que quiere decir “nacido en la Sierra Nevada”, y Batracus, que significa “rana”. Fue otorgado así por los investigadores en honor a indígenas y campesinos que habitan en el macizo montañoso de Santa Marta.
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ÚNICAS: SIN ETAPA DE RENACUAJO
De acuerdo con los investigadores, estas ranas de lluvia, tienen un desarrollo directo. Lo que significa que se distinguen de las demás porque no pasan por la etapa de renacuajos. Además, tienen características internas que permiten reconocer que se trata de un nuevo grupo de anfibios.
Aunque se trata de un género no muy llamativo, agrupa una gran variedad de especies distintas entre sí. Algunas son carilargas y otras carichatas, y de tamaño no mayor a seis centímetros. Las más pequeñas pueden medir como una moneda de 50 pesos.
“Este descubrimiento nos permitió saber que Serranobatrachus es un género endémico de la Sierra Nevada de Santa Marta y no se encuentra en ningún otro lugar del mundo”. Afirmó el investigador Luis Rueda Solano de Unimagdalena.
Este grupo de ranas habita a partir de 1.200 metros sobre el nivel del mar. Y, solo se puede encontrar en bosques húmedos o en los páramos de este sistema montañoso del norte de Colombia.
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TRABAJO EN RED
Es importante mencionar que el descubrimiento de Serranobatrachus se dio gracias al trabajo colaborativo desde 2014 entre las universidades Nacional, de Sao Paulo, de Antioquia y del Magdalena, que aportaron diferentes perspectivas y experticias.
Por su parte, muchas de las expediciones científicas fueron acompañadas por habitantes de la Sierra Nevada de Santa Marta, como comunidades campesinas e indígenas.
Este estudio también fue posible gracias a estudiantes, graduados y alianzas con la Fundación Atelopus, que confluyen en generar conocimiento y expandirlo al territorio para generar proyectos de conservación de la Sierra Nevada y contribuir a la creación de políticas públicas.
El descubrimiento fue divulgado en la revista internacional Systematics and Biodiversity Journal. Y se suma a otros hallazgos realizados a través del Semillero de Herpetología y el Grupo de Investigación en Biodiversidad y Ecología Aplicada de la Universidad.
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