Según la Essmar, curadurías de Santa Marta emiten licencias de construcción sin evaluar la capacidad de acueducto y alcantarillado.
Isis Margarita Navarro Cera, agente especial de la Empresa de Servicios Públicos del Distrito de Santa Marta -Essmar E.S.P.-, expuso una problemática que afecta la calidad de los servicios públicos en Santa Marta: la emisión de licencias de construcción sin verificar si los sistemas de acueducto y alcantarillado pueden soportar los nuevos desarrollos. Según Navarro Cera, las solicitudes de disponibilidad llegan a la Essmar cuando las edificaciones ya están construidas, lo que evidencia una desconexión entre las curadurías urbanas y las capacidades reales de infraestructura.
Una cadena de fallos en los procesos
Isis Navarro Cera argumentó que las curadurías están otorgando permisos sin considerar las limitaciones técnicas, lo que genera graves problemas de capacidad en las redes. La situación es particularmente crítica en zonas donde la infraestructura ya opera al borde de su capacidad. Además, explicó que la falta de un sistema de alcantarillado pluvial agrava las condiciones, ya que las aguas lluvias terminan en el sistema sanitario, generando colapsos frecuentes. Esta situación no solo afecta la operatividad de la Essmar, sino que también pone en riesgo la calidad de vida de los samarios, quienes enfrentan rebosamientos, interrupciones en el servicio y riesgos sanitarios.
Suspensión de solicitudes y medidas
Como parte de las acciones para mitigar esta crisis, la Essmar anunció recientemente la suspensión temporal de la recepción de solicitudes de disponibilidad para nuevos proyectos hasta que se evalúe la capacidad de las redes existentes. Esta decisión busca detener la emisión de permisos que comprometen aún más la infraestructura.
Sin embargo, la medida ha generado críticas. Algunos sectores consideran que esta restricción podría frenar el desarrollo urbanístico y económico de la ciudad, mientras que otros apoyan la necesidad de priorizar la sostenibilidad de los servicios públicos.
Críticas a la gestión de la Essmar
La gestión de Isis Navarro no ha estado exenta de señalamientos. Aunque ha liderado la implementación de medidas para abordar problemas críticos, como la obtención de recursos por más de 31.000 millones de pesos para infraestructura, aún no se han visto resultados tangibles en la mejora del servicio. Casos como el colapso en la Estación de Bombeo de Aguas Residuales (EBAR) Norte han puesto en entredicho la capacidad de respuesta de la empresa frente a emergencias y problemas estructurales.
Impacto en la comunidad y salud pública
El deterioro de la infraestructura afecta directamente a barrios como Pescaíto y Bellavista, donde los rebosamientos de aguas residuales son frecuentes. Esto no solo representa un problema ambiental, sino también un riesgo significativo para la salud pública, con posibles brotes de enfermedades gastrointestinales e infecciones dérmicas.
Un llamado a la planificación integral
La problemática expuesta por Essmar refleja una necesidad urgente de coordinación interinstitucional entre curadurías, autoridades locales y empresas de servicios públicos. Sin una planificación adecuada que tome en cuenta las capacidades de la infraestructura, Santa Marta seguirá enfrentando los mismos problemas de saturación y colapso en sus servicios esenciales.
VER: Essmar S.A. E.S.P.
