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Pelea pastoral en Santa Marta: bronca del padre Fajid contra su superior el obispo Bacci

Por Vanessa Montenegro Zabaleta
Desafío pastoral en Santa Marta: El conflicto del sacerdote Hernando Fajid

El obispo José Mario Bacci Trespalacios nombró a un nuevo sucesor y el sacerdote Hernando Fajid Álvarez Yacub, se niega a dejar la administración, desencadenando gran controversia.

En el corazón de Santa Marta, el Cementerio San Miguel ha sido durante dos décadas un lugar de fe y devoción, administrado por el sacerdote Hernando Fajid Álvarez Yacub. Gracias a su dedicación, el padre Fajid se convirtió en una figura clave para la comunidad. Sin embargo, recientes eventos, han puesto al sacerdote en el centro de una controversia que ha sacudido los cimientos de la Diócesis de Santa Marta.

La notificación y la rebeldía

El 13 de diciembre de 2023, la Diócesis de Santa Marta, bajo la dirección del obispo monseñor José Mario Bacci Trespalacios, notificó al padre Fajid sobre su traslado a otra parroquia. Esta decisión formaba parte de una rotación pastoral diseñada para oxigenar el ejercicio pastoral y evitar la perpetuación de los párrocos en un solo lugar. Sin embargo, el Padre Fajid rechazó la notificación y se negó a dialogar sobre el traslado.

Dos días después, el 15 de diciembre, el sacerdote sorprendió a la comunidad; al crear un nuevo organismo de carácter civil con el fin de asumir la gestión del cementerio San Miguel por su propia cuenta. Desconociendo tanto la institucionalidad eclesiástica como la nueva administración que se había nombrado, el Padre Fajid tomó control del cementerio y continuó con su ministerio en la capilla del mismo.

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Escalada de la controversia

El conflicto se intensificó cuando, el 9 de enero de 2024, cuando monseñor José Mario Bacci Trespalacios emitió una tercera notificación al padre Hernando Fajid Álvarez Yacub, anunciando el nombramiento de su sucesor, el padre Armando Echeona. Este último, designado como director provisional de la Fundación Juan Pablo II, tenía la responsabilidad de asumir la gestión del cementerio San Miguel. No obstante, el Padre Fajid se negó a reconocer el nombramiento y a participar en la diligencia de empalme programada para el 2 de abril de 2024, lanzando incluso amenazas.

La Diócesis, representada por el abogado Diego Duque, expresó su preocupación por la conducta del sacerdote. Según Duque, el padre Hernando Fajid Álvarez Yacub estaba disponiendo arbitrariamente de los recursos que pertenecen a la Diócesis de Santa Marta. Situación que llevó a la Diócesis a tomar medidas legales, acusando al sacerdote de varios delitos y solicitando la intervención de las autoridades para resolver el conflicto.

Medidas legales y el proceso de desalojo

Ante la firme negativa del padre Hernando Fajid Álvarez Yacub a renunciar al control administrativo del cementerio San Miguel, la Diócesis de Santa Marta se vio en la necesidad de tomar medidas legales contundentes. En este sentido, se inició un proceso policivo por perturbación a la tenencia, un procedimiento que implicaría la intervención activa de las autoridades policiales para ejecutar el desalojo del sacerdote de las instalaciones del cementerio.

A pesar de los esfuerzos iniciales de la Diócesis por resolver la situación de manera pacífica y voluntaria, el paso del tiempo sin avances significativos ha llevado a la conclusión de que la intervención policial se presenta como una medida inevitable.

Es importante resaltar que esta acción, aunque lamentable, se percibe como la única vía para poner fin a una situación que ha generado una notable tensión y división en la comunidad eclesiástica y en la sociedad en general. La persistencia del conflicto ha llevado a la Diócesis a tomar esta decisión, con la esperanza de restablecer la armonía y la estabilidad en el entorno del cementerio San Miguel.

Suspensión sacerdotal

La suspensión canónica del padre Hernando Fajid Álvarez Yacub, ha sido el resultado inevitable de su continua desobediencia a las directrices y autoridad de la Diócesis de Santa Marta. Esta medida drástica, impuesta por las autoridades eclesiásticas, representa un paso significativo en el intento de restaurar el orden y la disciplina dentro de la comunidad religiosa.

La suspensión canónica, no solo priva al sacerdote de su capacidad para ejercer los sacramentos y funciones pastorales, sino que también lleva consigo implicaciones más amplias para su estatus y posición dentro de la iglesia. Este acto, aunque doloroso, es percibido como necesario para preservar la integridad y la autoridad de la institución eclesiástica y para enviar un mensaje claro sobre la importancia del acatamiento a las normas y decisiones eclesiásticas.

Impacto en la comunidad

La noticia de la destitución y las posteriores acciones del padre Hernando Fajid Álvarez Yacub han polarizado a la comunidad. Mientras algunos feligreses apoyan la permanencia del sacerdote, otros respaldan la decisión de la Diócesis. Monseñor Bacci Trespalacios, en su homilía, hizo un llamado a la reconciliación y la unidad, subrayando la necesidad de acatar las decisiones eclesiásticas para mantener la integridad y espiritualidad de la iglesia.

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