Hace 189 años murió en la Quinta de San Pedro Alejandrino de Santa Marta, no sólo El Libertador de cinco naciones, sino un hombre de luces y sombras, prolijo en aventuras amorosas, de linaje ilustre, abusador de las bebidas alcohólicas y dueño de 2.000 esclavos que trabajaban en una decena de haciendas de su propiedad.
‘El Padre de la Patria’ es uno de los títulos nobiliarios que hoy encierra el mito detrás de Simón Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar Tres Palacios.
Su apellido no es casualidad, de hecho, es la prueba fehaciente de su abolengo: ‘platudo’, hacendado, perteneciente a la ‘highlight’ venezolana y educado en Europa.