Hace 189 años murió en la Quinta de San Pedro Alejandrino de Santa Marta, no sólo El Libertador de cinco naciones, sino un hombre de luces y sombras, prolijo en aventuras amorosas, de linaje ilustre, abusador de las bebidas alcohólicas y dueño de 2.000 esclavos que trabajaban en una decena de haciendas de su propiedad.
‘El Padre de la Patria’ es uno de los títulos nobiliarios que hoy encierra el mito detrás de Simón Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar Tres Palacios.
Su apellido no es casualidad, de hecho, es la prueba fehaciente de su abolengo: ‘platudo’, hacendado, perteneciente a la ‘highlight’ venezolana y educado en Europa.
Se formó en la misma España que desterró de Latinoamérica, pese a que mientras vivió, su educación, su más grande amor y sus auxiliadores; nacieron allí.
Su riqueza le permitió tener un maestro personal y viajar por el Viejo Continente. Conoció de cerca las mieles y placeres de la aristocracia que nos sometía.
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SIBARITA Y ESCLAVISTA
Conoció los burdeles de moda en el corazón del Antiguo Continente, de hecho, en París, presenció la propia coronación de Napoleón Bonaparte.
Era sólo un niño ‘pupi’, disfrutando los excesos para calmar la pena de su prematura viudez. No era en nada, el joven que después gestó la independencia.
¡Jamás estuvo interesado en abolir la esclavitud! Escribió textos en los que se comprometía a liberar a los esclavos que hicieran parte de su ejército, pero nunca cumplió.
¡La población negra le tenía miedo! Contaba con 2.000 esclavos que prestaban servicios obligatorios en una decena de sus haciendas. ¡Solo liberó a seis de ellos!
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SIFÍLITICO
Sus batallas no sólo se gestaron en el campo, sino también en la cama. Tuvo 35 amantes conocidas, aunque los indicios apuntan a que fueron muchas más.
La más representativa fue Manuelita Sáenz, quien murió sola y en la ruina en un pueblito costero en Perú. Nunca se quiso casar con ella y se cansó de serle infiel.
Bolívar no comía de cuentos cuando se trataba de mujeres. Bailarinas, aristócratas, casadas y hasta adolescentes, pasaron por su ‘entrepierna libertadora’.
La sífilis hizo mella en su vida. No era un adonis, ni menos el ‘bollo’ de la serie que emite Caracol TV; era ‘enano’; casi calvo, de tez oscura y con las piernas arqueadas.
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¿SANTA MARTA INFIEL?
Con una salud que apenas le permitía levantarse, fue traído a Santa Marta por una familia española para ser atendido por el médico Alejandro Próspero Reverend.
Algunas investigaciones sustentan la ‘traga’ que sentía por él, Isabel Rovira y Dávila; mujer de Joaquín de Mier y Benítez, dueño de la Quinta de San Pedro Alejandrino.
Al parecer, la señora Rovira y Dávila, sabiendo el estado de salud de Bolívar quiso tenerlo cerca y medió ante su esposo para trasladarlo de Bogotá a su espectacular finca.
Esta, además de ser la última morada de Simón Bolívar y un patrimonio, fue el hogar de los ancestros de la reconocida familia Díaz Granados en Santa Marta.
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