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Con acordeón, cantos y sabiduría ancestral la Sierra Nevada se tomó la Expo Osaka

por Álvaro Quintana Mendoza
Vallenato ancestral y cantos sagrados de la Sierra Nevada de Santa Marta emocionaron en la apertura del Pabellón Colombia en Expo Osaka 2025.

Vallenato ancestral y cantos sagrados de la Sierra Nevada de Santa Marta emocionaron en la apertura del Pabellón Colombia en Expo Osaka 2025.

La música, el canto sagrado y la espiritualidad de la Sierra Nevada de Santa Marta llegaron hasta Japón y estremecieron el alma de cientos de visitantes del Pabellón Colombia en la Expo Osaka 2025, la Exposición Universal más importante del planeta que reúne a más de 150 países para compartir avances en cultura, innovación y sostenibilidad.

En esta plataforma internacional, que se desarrollará entre el 13 de abril y el 13 de octubre, Colombia arrancó su participación con un acto profundamente simbólico que puso en el centro no solo al vallenato, sino también a los pueblos indígenas de la Sierra Nevada, guardianes de una sabiduría milenaria. Fue una presentación que fusionó los sonidos ancestrales con el arte contemporáneo, y que dejó claro que desde Santa Marta también se hace diplomacia global.

El Pabellón Colombia, bajo el lema Colombia, el País de la Belleza, abrió su agenda cultural inspirada en el realismo mágico de Gabriel García Márquez, pero fue la realidad mística de la Sierra la que se robó el corazón del público. En escena, los protagonistas fueron Kandymaku Busintana, gestor cultural y artista indígena de la Sierra Nevada, y Wendy Corzo, Reina Mayor del Festival Vallenato y representante del pueblo kankuamo.

Colombia en Expo Osaka 2025

La apertura estuvo marcada por una potente puesta en escena que incluyó vallenatos interpretados con caja, carrizos, maracas y acordeón, pero también con tejidos rituales y cantos que no solo suenan: sanan. Todo esto acompañado de un mensaje que traspasa las fronteras: “La humanidad es una sola tribu”, dijo Busintana, mientras explicaba que la tierra del agua —como llaman los pueblos originarios a Osaka— comparte una conexión profunda con la Sierra.

El acto no fue solo una muestra artística. Fue un mensaje espiritual que, en el corazón tecnológico de Asia, recordó que el arte, el canto y la memoria también son formas de resistencia y diálogo.

Para los pueblos Arhuaco, Kogui, Wiwa y Kankuamo, el agua no es un recurso: es madre. Y así fue presentada, como una entidad sagrada, ante los japoneses que, emocionados, aplaudieron de pie.

Wendy Corzo, también entregó un momento emotivo. En un perfecto equilibrio entre tradición y presencia escénica, recordó que el acordeón, aunque no nació en Colombia, se volvió alma vallenata en manos del Caribe. “Aprendimos a tocarlo con el alma. Por eso el mundo se asombra”, afirmó la joven artista, dejando claro que desde la Sierra también se interpreta al país con fuerza y ​​belleza.

La presentación hace parte de la Estrategia de Diplomacia Cultural que lidera la Dirección de Asuntos Culturales del Ministerio de Relaciones Exteriores. Pero en Osaka no se vendió solo una imagen país: se mostró el corazón espiritual de una región muchas veces olvidada, pero que hoy fue protagonista de una jornada memorable.

Colombia busca, además, reforzar sus relaciones con Japón, país con el que se mantienen 116 años de relaciones diplomáticas. La participación en Expo Osaka es una vitrina no solo para negocios y sostenibilidad, sino para tender puentes desde lo más profundo de la identidad nacional.

Para Santa Marta y el Caribe colombiano, este momento marca un hito. No es común que el mundo escuche el canto sagrado de los pueblos de la Sierra en escenarios globales. Pero ahora, desde la tierra del sol naciente, se reconoce su valor simbólico y espiritual como parte del patrimonio vivo de la humanidad.

Durante los seis meses que dure la Expo Osaka, Colombia seguirá mostrando lo mejor de sus regiones. Pero difícilmente habrá algo tan poderoso y emotivo como lo vivido en esta primera jornada, donde la Sierra Nevada —con sus cantos, su espiritualidad y su música— tocó el corazón de Japón. Una demostración de que desde lo más alto de nuestras montañas también se proyecta el país que queremos mostrar al mundo.

VER_Jaguar en la Sierra Nevada

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