El rector de la Universidad del Magdalena, Pablo Vera Salazar, fue protagonista en el foro ‘Educación y tecnología’.
En un contexto donde la inteligencia artificial, la conectividad y las herramientas digitales están redefiniendo todos los ámbitos de la vida, el sistema educativo colombiano enfrenta una de sus mayores encrucijadas: cómo adaptarse sin perder el propósito transformador de la enseñanza.
Esta fue una de las principales reflexiones del doctor Pablo Vera Salazar, rector de la Universidad del Magdalena, durante su intervención en el foro nacional “Educación y tecnología: hacia el cierre de la brecha social”, organizado por la Revista Cambio en Bogotá.
Allí, destacados líderes del sector académico, empresarial y gubernamental se dieron cita para reflexionar sobre el papel de la tecnología en la educación superior y plantear rutas para lograr una formación más equitativa, accesible y de calidad.
La inteligencia artificial interpela el qué, el cómo y el para qué de educar
Durante el conversatorio “Educación superior: el motor transformador del mañana”, el rector Vera Salazar abordó con contundencia los retos que implica la incorporación de nuevas tecnologías, especialmente la inteligencia artificial, en los modelos pedagógicos tradicionales.
“La tecnología confronta el qué, el cómo y el para qué de la enseñanza y el aprendizaje”, expresó Vera Salazar, destacando que el impacto tecnológico no debe asumirse de manera superficial, sino desde una reflexión profunda sobre los propósitos y contenidos que se transmiten en las aulas.
Según el rector, la tecnología debe ser un medio para ampliar la calidad y pertinencia de la educación, no un fin en sí misma. De ahí la necesidad de pensar más allá del acceso a dispositivos o plataformas digitales, y concentrarse en cómo estas herramientas pueden generar verdaderas transformaciones sociales, especialmente en contextos de exclusión o desigualdad.
Educación superior con propósito social: el ejemplo de Unimagdalena
Vera Salazar aprovechó el espacio para compartir las iniciativas que viene liderando la Universidad del Magdalena para democratizar el acceso al conocimiento y cerrar las brechas regionales. Entre ellas, resaltó la creación del Centro de Atención Integral a la Infancia, una apuesta pionera en el sistema de educación superior colombiano que permite a estudiantes con hijos pequeños continuar su formación profesional sin tener que renunciar a sus responsabilidades familiares.
Este tipo de propuestas innovadoras, explicó, responden a una visión de educación transformadora que no desconoce las realidades de quienes viven en condiciones de vulnerabilidad. “El reto no es solo integrar tecnología, sino hacerlo con justicia social”, subrayó.
Educación inclusiva e intercultural: un modelo que dialoga con los territorios
La apuesta de Unimagdalena por un modelo educativo intercultural y territorial también fue protagonista en el conversatorio. Vera Salazar presentó dos proyectos emblemáticos que sintetizan esta visión:
El Aula Intercultural Unimagdalena, inspirada en las kankurwas —espacios sagrados de las comunidades indígenas de la Sierra Nevada de Santa Marta—, concebida como un punto de encuentro entre el saber ancestral y el conocimiento científico. Esta aula busca fortalecer el diálogo de saberes, reconociendo la riqueza cultural del país y su potencial transformador.
El Aula Palafítica “Red de aguas, memoria y manglar”, ubicada en el Lago de la Universidad del Magdalena, un espacio que conecta a los estudiantes con las dinámicas sociales y culturales de los pueblos anfibios de la Ciénaga Grande. Aquí, la educación se ancla al territorio y se convierte en una herramienta para preservar el patrimonio ecológico y social.
Tecnología sí, pero sin olvidar las desigualdades: Pablo Vera Salazar
Uno de los puntos clave de la intervención del rector fue su llamado a no perder de vista las desigualdades estructurales que existen en Colombia. “Debemos dejar de enfrascarnos en el debate sobre si las universidades deben ser públicas o privadas, y concentrarnos en garantizar calidad, cobertura y pertinencia para todos”, señaló.
En ese sentido, enfatizó que cualquier estrategia que promueva el uso de tecnología en la educación debe considerar la brecha digital entre regiones y sectores socioeconómicos. “Hablar de transformación digital en la educación sin cerrar la brecha de acceso a internet o sin formación docente es como construir una autopista para quienes no tienen vehículo”, ilustró.
La comunidad universitaria respalda una visión transformadora
La participación del doctor Vera Salazar no pasó desapercibida. Durante la transmisión en vivo del foro, docentes, estudiantes y funcionarios de la Universidad del Magdalena se conectaron masivamente desde distintos puntos del país, enviando mensajes de respaldo a su rector y destacando la claridad de sus propuestas.
La comunidad universitaria reconoció en sus palabras una visión coherente y valiente, que pone en el centro de la educación no solo al estudiante como sujeto de derechos, sino también al territorio como espacio vital de aprendizaje. “La tecnología no reemplaza al educador, lo potencia”, fue una de las frases más aplaudidas de la jornada.
Unimagdalena se consolida como referente nacional
Con su intervención en el foro de la Revista Cambio, el rector Pablo Vera Salazar posicionó nuevamente a la Universidad del Magdalena como una de las instituciones líderes en innovación educativa con enfoque social en Colombia. Su mensaje fue claro: la educación superior debe ser capaz de adaptarse a los cambios tecnológicos sin renunciar a su misión transformadora.
Además, su presencia al lado de otros rectores de prestigiosas universidades como el Externado de Colombia, La Salle, Minuto de Dios y la Fundación Universitaria Compensar, ratificó el lugar que hoy ocupa Unimagdalena en el panorama nacional.
El debate sobre la relación entre tecnología y educación apenas comienza, pero ejemplos como el de la Universidad del Magdalena muestran que es posible trazar un camino donde la innovación no esté reñida con la equidad, la inclusión y el respeto por la diversidad cultural.
Como bien lo señaló el doctor Vera Salazar, “donde hay un buen maestro, siempre habrá alguien con ganas de aprender”. La clave está en que esos maestros y estudiantes tengan también acceso a herramientas, recursos y espacios que potencien sus talentos y les permitan transformar su realidad.
En definitiva, la tecnología en la educación no debe ser una promesa vacía, sino una herramienta concreta para cerrar brechas, democratizar el conocimiento y construir un país más justo. Y ese, precisamente, es el rumbo que lidera Unimagdalena desde el Caribe colombiano.
VER: Unimagdalena (3)
