Asbama y pequeños productores bananeros dialogaron sobre la gestión de la huella hídrica y de carbono y como permite preservar un planeta más sostenible.
Como exitoso ha sido calificado el conversatorio ‘Gestión de las Huellas Hídricas y Carbono para pequeños productores de la Zona Bananera en el Magdalena’, organizado por la alianza entre la Fundación Banasan y Asbama en ese constante apoyo a los productores de banano y su compromiso en la conservación ambiental.
Estefanía Lagos, microbióloga industrial; Lino Torregroza, ingeniero sanitario y ambiental; Andrea Vásquez, Ingeniera Biotecnológica y el especialista en desarrollo sostenible del Foro Mundial Bananero Matheus Lima, fueron los encargados de orientar la charla.
Este último ofreció una amplia capacitación del impacto que tiene la huella hídrica y la huella de carbono a través de la cadena productora de banano, y de cómo impacta esto el cambio climático. Así mismo, de las necesidades y de las regulaciones qué se tienen en la Unión Europea y las exigencias que van a entrar en vigor para comercializar la fruta.
“Acerca del conversatorio aprendí mucho ya que nos dejó una gran enseñanza sobre el tema de cómo vamos a manejar, a controlar, la relación con el clima, ya que está afectando bastante en las producciones (…) controlar las formas de riego para no desperdiciar tanta agua al momento de hacer la labor en el banano”, Indira Paola Cervantes, aprendiz del SENA.
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MEJORAR PRÁCTICAS
Por su parte, la ingeniera Andrea Vásquez, jefe Técnica de Asbama, explicó que el interés de la asociación es traer este tema a los pequeños productores para que mejoren las prácticas agrícolas y así contribuir a la conservación del planeta.
«Llegamos a un punto en donde nuestro interés es generar preguntas, dudas, que la gente se vaya motivada, los productores. Hemos contado con la presencia de un grupo de jóvenes que se están formando en el SENA, qué son técnicos en la parte agrícola».
Aseguró que desde la cadena de banano y desde cada una de las personas involucradas en la producción, se pueden sumar a todas estas actividades que ayuden a mitigar las acciones que emiten CO2 a la atmósfera y en la conservación del recurso hídrico, no solo en el país sino en el mundo.
“Me voy muy conforme con este primer conversatorio porque creo que dejamos la semillita sembrada. De que el pequeño productor tiene un compromiso de medir su huella, tanto hídrica y como de carbono, para poder aportar a la conservación del planeta”, dijo Yamile Rodríguez, directora de la Fundación Banasan.
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