‘Pispireto’, el talentoso joven ciego que canta champeta en los buses y los parques

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Carlos Andrés Monroy Pinto, conocido entre sus amistades como ‘El Pispireto’, es un joven de 27 años que nació ciego, pero su pérdida parcial de la vista no ha sido impedimento para desarrollar el talento por la música champetera. Su voz la acompaña por medio de ritmos y sonidos que saca cuando hace golpes con botellas plásticas.

El sueño de Carlos es tener una batería, para dejar de usar recipientes plásticos y estar en mejores condiciones que le ayuden avanzar en el camino hacia la vida artística y musical.

Aunque actualmente no cuenta con recursos para comprar el instrumento musical, no renuncia a su anhelo. ‘Pispireto’ se ha ganado el cariño de muchos samarios, especialmente de jóvenes de su misma edad.

El talento que posee es la mejor arma para captar la atención y la mirada de las personas que le sirven de guía cuando se encuentra en las calles o avenidas principales de la ciudad, dispuesto a utilizar el transporte público.

Otra de las expectativas que tiene Carlos es conocer en algún momento de su vida al cantante Mr Black, su artista en referencia, tanto así que su oído musical lo ha desarrollado escuchando el alegre y contagioso ritmo de sus producciones.

CONSEJOS DE MADRE

Otra de las personas especiales que ha servido de inspiración en el canto y la vida de ‘Pispireto’, es su madre Norma Elena, de quien dice le sirve de inspiración.

La mayor preocupación de Norma es cuando su hijo sale de casa, debido al peligro que puede correr estando en las calles, aunque a pesar de su limitación visual, Carlos ha logrado cierta independencia.

Norma no renuncia a darle consejos a su hijo, sobre todo cuando teme que su hijo pueda llegar a altas horas de la noche, pero él acostumbra a llamarla por teléfono para hacerla sentir mas tranquila.

Contra todo obstáculo ‘Pispireto’ quiere seguir adelante, improvisando ritmos champeteros y sonidos con su voz. Cada día se levanta entusiasmado dispuesto a conseguir quien le done una batería para mostrar el talento que Dios le regaló.