Home Magdalena ¿Quién es Mallath Martínez Cantillo, la mujer que se lanza por el ‘trono’ departamental?

¿Quién es Mallath Martínez Cantillo, la mujer que se lanza por el ‘trono’ departamental?

por Álvaro Quintana Mendoza
Mallath Martínez Cantillo, no se deja ver fácilmente. No aparece gritando en debates ni marcando territorio en redes sociales como actualmente hace el 90 por ciento de los políticos. Su estilo es otro: frío, silencioso, pero, tal vez, eficaz.

El reloj corre, y las elecciones atípicas en el Magdalena serán inevitables. En ese escenario, una nueva figura emerge: Mallath Martínez Cantillo.

Mallath Martínez Cantillo, no se deja ver fácilmente. No aparece gritando en debates ni marcando territorio en redes sociales como actualmente hace el 90 por ciento de los políticos. Su estilo es otro: frío, silencioso, pero, tal vez, eficaz. Ha sido alcaldesa de Fundación, una de las plazas fuertes del Magdalena, y hoy es diputada por el Estatuto de Oposición tras haber quedado en segundo lugar en las elecciones a la Gobernación en 2023.

Su historia política está profundamente entrelazada con una figura que actúa en las sombras: Rodrigo Roncallo Fandiño, su mentor y operador político, esposo de la Representante a la Cámara por el Partido Liberal, Kellyn González Duarte. Ambos, Roncallo y González, forman parte de ese sector ‘rebelde’ del liberalismo que ha preferido tender puentes con el petrismo en lugar de declararle la guerra como lo ordenó César Gaviria desde Bogotá.

Esa cercanía, ese puente, es hoy el principal activo de Mallath Martínez. Porque en el Magdalena no existirá tres candidatos fuertes: solo habrá dos. El que diga Petro y el que diga Caicedo. Y si Roncallo logra que el nombre de Mallath Martínez sea respaldado por el petrismo, ya tendrá una batalla ganada.

El trono del Magdalena: tras la caída del gobernador

Rafael Martínez, gobernador del Magdalena, fue destituido por el Consejo de Estado el 8 de mayo tras comprobarse que incurrió en doble militancia política apoyar candidatos del Partido de la U. Aunque la decisión fue clara, la maquinaria jurídica no se detuvo.

En los días siguientes a la notificación del fallo, Martínez no fue separado del cargo de inmediato. Utilizó recursos legales: solicitó aclaración del fallo, pidió vacaciones, envió cartas y radicó solicitudes internas para ganar tiempo. Lo logró. Pero es apenas un respiro temporal. La destitución es definitiva, y solo falta el trámite del Ministerio del Interior y la Presidencia para que se concrete su salida.

En su reemplazo, de forma interina, ha asumido Ingrid Padilla, quien ocupa ese rol mientras el presidente Gustavo Petro designa un funcionario encargado. Aunque Rafael Martínez, ya ha hecho dos apariciones público, lo que demuestra que sigue a cargo del puesto de Gobernador, un hecho bastante inusual.

En paralelo, el calendario electoral se activa: el Consejo Nacional Electoral deberá fijar fecha para las elecciones atípicas, las cuales deben celebrarse en máximo 90 días, por lo que una gran expectativa.

El poder se reorganiza: un nuevo tablero político

La caída de Martínez no solo pone fin a un mandato, abre un nuevo tablero de alianzas, ‘jugaditas’ y reacomodos. La gobernación del Magdalena, que ha sido laboratorio de la izquierda por casi seis años, ahora vuelve al juego. Y no será un enfrentamiento múltiple: será un cara a cara entre dos estructuras: la que respalde Gustavo Petro y la que mantenga viva la resistencia del caicedismo, una estructura que todavía tiene fuerza en Santa Marta y en algunos municipios del centro y norte del departamento.

En medio de ese reordenamiento, Mallath Martínez, aparece como la primera en moverse. En una foto reciente se le vio reunida con la diputada del Partido Verde Rosita Jiménez y con Ludwing Dávila, excandidato a la Asamblea por el mismo partido. El mensaje es claro: los verdes están contemplando su respaldo a Mallath, es por esto que, esa foto no fue casualidad, es una señal: Las cartas ya están sobre la mesa.

El respaldo oculto del petrismo

El ‘Roncallismo’, con sus raíces liberales pero su alma pragmática, juega con ventaja. Tiene experiencia electoral, base en varios municipios, y sobre todo, puente directo con el petrismo, pues si miramos a Kellyn González, esposa de Roncallo, aunque liberal, es parte del bloque que dialoga con la Casa de Nariño,  si del mismo combo de los llamados “congresistas rebeldes” quienes hacen alianzas con el gobierno de Petro, demostrando todo lo contrario a las líneas dictadas por su presidente de partido Cesar Gaviria Trujillo, esto hace pensar que no sería nada raro verla en reuniones con sectores alternativos,

En ese escenario, Mallath podría convertirse en la candidata del Gobierno Nacional, lo que le abriría las puertas de una poderosa maquinaria: el respaldo de la bancada oficialista, el guiño de ministros, la activación de alcaldes afines y el apoyo soterrado del Estado.

El otro frente, claro, será el que logre estructurar Carlos Caicedo, el exgobernador y fundador de Fuerza Ciudadana. Aunque su grupo sufrió un golpe severo con la salida de Rafael, todavía tiene concejales, líderes, activistas y estructura en Santa Marta. Será un pulso entre dos mundos: la izquierda que fundó Caicedo y la que ahora gobierna desde la presidencia.

Las piezas del ajedrez: ¿con quién juega Mallath Martínez?

Además de su base en Fundación -Municipio poderoso en material electoral en el Magdalena-, Mallath tendría el respaldo de una red de concejales, diputados y líderes. En Santa Marta, por ejemplo, se le atribuye cercanía con Iván Sanabria y Alejandra Santos, ambos liberales con capacidad de movilización y esto sería a través de su mentor político, Rodrigo Roncallo. La estrategia no es otra que, fortalecer sus zonas seguras y expandirse hacia los municipios con influencia roncallista.

Se estima que, en papel, Mallath podría arrancar con una base de 90 mil votos, si se suman Fundación, parte del corredor de la Troncal, el respaldo liberal y las zonas donde el petrismo tiene llegada.

Recuperar la confianza

Pero, no todo está asegurado. La memoria política aún recuerda el escándalo de la traición, cuando en 2019 se alió con Elizabeth Molina y Claudia Patricia Aarón para escoger un solo candidato a la Gobernación mediante encuesta. Mallath ganó, pero Molina y Aarón la acusaron de manipular los resultados. La alianza estalló, y la imagen de Mallath quedó marcada por el estigma de la trampa. Eso, en política, se paga con votos o con distancias.

Fría, calculadora, estratégica

Mallath, no es una mujer de tarimas. Tampoco de discursos emocionantes. Su estilo es técnico, cerrado, negociador. Prefiere una reunión en privado a un micrófono abierto, y eso le ha servido para tejer pactos donde otros solo cosechan enemigos. Sus enemigos políticos la describen como distante, incluso antipática, pero sus aliados la ven como una estratega fría.

En la Asamblea, ha mantenido una oposición estructurada al gobierno de Rafael Martínez, algo que ahora puede aprovechar para seducir a los sectores desencantados con el caicedismo. Si logra articular un mensaje de “transición sin revancha”, podría recoger votos incluso entre quienes votaron en blanco o se abstuvieron en los comicios anteriores.

¿Es Mallath la próxima gobernadora?

En el “juego del trono” del Magdalena, cada movimiento cuenta. Rafael Martínez cae, pero su estructura no está muerta. El caicedismo tiene heridas, pero aún respira. El petrismo observa, y el ‘Roncallismo’ se mueve como un dragón dormido.

En el centro del tablero, está ella: Mallath Martínez Cantillo, la mujer que aprendió a jugar en silencio, que sabe cuándo moverse y con quién aliarse. No necesitará aplausos ni caravanas para ganar. Necesita estrategia, tiempo… y la bendición de Petro y sus aliados,

Las próximas semanas serán clave. Las alianzas se cerrarán rápido. Porque en el Magdalena no hay tiempo para campañas largas. El trono está vacante y el reloj ya empezó a correr.

VER: Elizabeth, Mallath y Claudia: tres en una para derrotar al caicedismo

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