La tragedia provocada por las lluvias en Santa Marta no ha apagado el espíritu solidario. La ciudad ha demostrado que la empatía florece.
La fuerza de la lluvia que cayó durante horas sobre Santa Marta dejó calles convertidas en ríos, casas colapsadas y familias atrapadas entre el barro y la desesperanza, pero también despertó la solidaridad de los samarios. Ante la emergencia provocada por las inundaciones del pasado fin de semana, el pueblo samario ha sacado lo mejor de sí.
Desde las primeras horas tras el aguacero que anegó barrios como Gaira, Curinca, Bastidas, Luz del Mundo y La Lucha, entre otros, las redes sociales se llenaron de llamados a la acción.
En redes como: Twitter, Facebook, Instagram y WhatsApp circulan invitaciones a donar alimentos, ropa, colchonetas y elementos de primera necesidad. Decenas de centros de acopio improvisados en iglesias, colegios, universidades y casas particulares se activaron de inmediato.
Organizaciones como la Cruz Roja, Defensa Civil, bomberos voluntarios y fundaciones locales han desplegado operativos humanitarios para llevar ayuda a las zonas más golpeadas. Empresas privadas también se han sumado, donando agua potable, kits de aseo y alimentos no perecederos.
Algunas viviendas habilitaron puntos de recolección donde los ciudadanos pueden dejar sus donaciones. Estudiantes, madres comunitarias, médicos, conductores y hasta turistas han puesto su granito de arena. En muchas esquinas de la ciudad se ven personas cargando bolsas, armando paquetes, organizando rutas de entrega.
La solidaridad institucional también se ha hecho sentir. El alcalde Carlos Pinedo ha liderado recorridos por los sectores más afectados, acompañado de organismos de socorro, y ha coordinado con el Gobierno Distrital con la entrega de ayuda humanitaria. La Gobernación del Magdalena también activó líneas de atención y asistencia inmediata.
El presidente Gustavo Petro, a través de sus redes sociales, aseguró que su gobierno “atenderá con urgencia” la emergencia que vive Santa Marta y que se activarán mecanismos para apoyar la recuperación de las familias damnificadas.
Solidaridad para Santa Marta desde otras regiones
Los mensajes de apoyo también han llegado desde otras regiones del país. figuras públicas como el caso del alcalde de Cartagena Dumek Turbay han hecho eco de la situación, incentivando a sus audiencias a solidarizarse con la capital del Magdalena.
Una muestra poderosa de esta movilización ha sido el colegio Bureche School, donde padres, alumnos y docentes organizaron una jornada de donaciones masivas en menos de 24 horas. También universidades como la Universidad del Magdalena y la Sergio Arboleda han impulsado campañas estudiantiles para recoger alimentos y ropa.
Las historias que emergen de esta ola solidaria conmueven. Una señora en el barrio Curinca ofreció su propia casa como albergue temporal para cuatro familias que quedaron sin techo. Un grupo de motociclistas creó una red de transporte para llevar insumos a zonas donde los carros no pueden entrar.
Las lluvias no han cesado del todo y el temor a nuevos desbordamientos aún persiste, pero en Santa Marta, una verdad es irrefutable: la solidaridad ha sido más fuerte que la tormenta.
La ciudad sigue en emergencia, pero el ejemplo de su gente y la respuesta institucional son prueba de que la reconstrucción no será solo de calles y viviendas, sino también del tejido humano que se fortalece en la adversidad.