El 29 de abril, día del árbol es una fecha para concientizar a las personas sobre la necesidad de sembrar árboles y la importancia de cuidarlos.
La ciudad de Santa Marta tiene entre sus atributos un tipo de bosque seco tropical, en el que se encuentran diferentes tipos de arboles que están presentes en las áreas urbanas y con los que convivimos a diario. En el día del árbol consultamos al Departamento de Medio Ambiente sobre las especies que se deben sembrar.
De acuerdo con las declaraciones de los biólogos de la entidad la capital del Magdalena cuenta con ejemplares nativos de la región, los cuales son los más adecuados para que los ciudadanos siembren en las terrazas o patios de sus viviendas, se debe a que éstos son árboles que están acostumbrados a los cambios de clima de esta ciudad.
Es importante sembrar árboles como el mango, el árbol de ciruela, la guinda ya que estos incrementan significativamente el valor del ecosistema de la ciudad.
Los árboles más convenientes para sembrar en la ciudad son el trébol y el roble morado debido a que son árboles que se mantienen durante todo en esta región sin afectaciones significativas en su desarrollo a pesar de que a veces se retrasan las lluvias.
Sembrar árboles genera grandes beneficios, estos captan y recargan las fuentes de agua, liberan el oxígeno y capturan el dióxido de carbono del ambiente, purificando el aire que respiramos.
ÁRBOLES NATIVOS
Según el Dadsa, en Santa Marta suele pasar que la gente no conoce los árboles nativos o se niegan a sembrarlos en el frente de sus viviendas porque no los consideran árboles muy atractivos, pero sembrar estas especies le da un alto valor al ecosistema de la ciudad.
Se refieren a especies comunes en espacios públicos como avenidas, parques o pequeñas porciones de zona verde demostrando que son sostenibles en este tipo de clima, como el cañaguate, el ébano y el trupillo que son propios de Santa Marta.
Hay que fomentar la conciencia de protección, conservación y restauración de los bosques, haciendo un buen uso de los recursos naturales.
En cuanto a los árboles frutales la ciudad no tiene especies que sean nativas, sin embargo, algunos árboles que son traídos se adaptan muy bien a las condiciones climáticas que les brinda la capital del Magdalena.
Hay que tener en cuenta que los árboles tienen una articulación con la fauna y si sembramos árboles de diferentes especies de así va a ser la diversificación de la fauna, la siembra aporta innumerables beneficios para la naturaleza.