La conversación por messenger provenía de una amiga de Santa Marta con quien no tenía contacto hacia años pues ella había muerto.
Fue un saludo cordial el que recibió por Messenger Antonio (nombre ficticio para proteger su identidad) pero todo apuntaba a una estafa al usuario en Santa Marta por medio de esta aplicación.
La conversación por messenger provenía del usuario Helena (nombre ficticio por respeto a su identidad) con quien no tenía contacto hacia cinco años, por razones obvias, pues su amiga había muerto.
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Sin embargo, Antonio decidió contar el caso en un grupo de mensajería instantánea WhatsApp, en donde se comunica con compañeros de trabajo, quienes sabían que Helena había fallecido.
Helena, renunció de dicha compañía en Santa Marta y a los pocos meses murió, sin embargo, los amigos del grupo WhatsApp de Antonio lo animaron a seguirle la corriente al estafador.
LA ESTAFA
El usuario quien escribía desde la cuenta Messenger haciéndose pasar por Helena, le dijo a Antonio que se encontraba en Estados Unidos y regresaría a Santa Marta en próximos días.
La supuesta Helena, le advirtió a Antonio que quería que, todo fuera una visita sorpresa, por lo tanto, le pidió que guardara secreto pues enviaría, por adelantado una maleta llena de regalos.
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Antonio, decidió fingir, para saber hasta dónde llegaría el estafador de messenger, así que fue designado por la supuesta Helena, a que recibiera las maletas con regalos para todos.
Asimismo, el estafador de Messeguer le indicó que le diera datos como números de cedula y celular, dirección para que lo contactaran cuando llegaran las valijas.
DESCUBIERTO
El estafador de Messenger, solicitaba que recogiera los regalos al aeropuerto Simón Bolívar, de Santa Marta, pero antes debía pagar $80.000 para poder liberar las maletas de la bodega.
Finalmente, el grupo WhatsApp de amigos fue testigo de una semana entre contactar, engañar y pedir que la potencial víctima consignara dinero con que sería estafado.
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Al final de esa intensa pero aparente amena conversación el estafador se ganó la confianza hasta que pidió la consignación del dinero para retirar los paquetes en Santa Marta.
Por su parte, el estafador de Messenger no contaba con el pequeño detalle que el usuario había muerto y la astucia de un grupo de amigos que terminaron burlándose del fallido intento de robo.
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