Esta es la historia de cómo Luís Gabriel Pérez Nieto, integrante del Cuerpo de Bomberos de Santa Marta logró rescatar de las llamas a una mujer servidora de Dios.
Eran la 1:00 de la tarde del pasado jueves seis de febrero cuando los teléfonos del Cuerpo de Bomberos sonaron para informar sobre un voraz incendio.
La emergencia que se presentaba en inmediaciones del parque Sesquicentenario fue atendida de inmediato por un grupo de bomberos samarios.
Los Bomberos están al servicio de los samarios las 24 horas del día.
Al llegar al lugar, en medio del inclemente sol de mediodía, los socorristas se dieron cuenta que la emergencia ocurría en una iglesia cristiana.
Lo que para ellos sería un evento cotidiano como servidores de Santa Marta, se convirtió en uno de los días más importantes de sus vidas; salvaron una vida.
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LA EMERGENCIA
Luís Gabriel Pérez Nieto, es bombero de línea de fuego y coordinador de investigación. Es el encargado de escrutar las razones de los incendios.
Ese día, Luís llegó en compañía de un par de compañeros más a atender la conflagración provocada por la explosión de una pipeta de gas.
El incendió ocurrió en la Avenida Ferrocarril con Avenida Libertador.
La edificación que se encontraba envuelta en llamas se caía a pedazos, ellos cumplían con el protocolo para empezar a mitigar el incendio.
Fue en ese momento cuando un hombre les informó de la presencia de una mujer al interior de la iglesia y de quien no se sabía su estado de salud.
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HÉROE CON MANGUERA
Ya adentro de la edificación, Luís Gabriel percibió a 50 centímetros una pierna. Era Manuela Isamar León Rodríguez, pastora de la iglesia afectada.
La congregación que lleva por nombre Templo de los Milagros, fue testigo de una verdadera intervención divina a través de la vida del bombero Pérez.
Esta fue la pipeta de gas propano que causó la emergencia.
La mujer fue socorrida de inmediato, quien estaba inconsciente y presentaba dificultad para respirar. Al parecer sufría de broncoaspiración.
De inmediato, Luís Gabriel y sus compañeros activaron el protocolo de atención y evacuación de la pastora a quien Dios le había enviado otro de sus hijos para salvarla.
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ALIENTO DE VIDA
Como si se tratará de un nuevo nacimiento, Manuela Isamar ya afuera de la edificación incinerada recibió un aliento de vida de su creador.
Su condición no era la mejor, los muchos fluidos y la gran cantidad de humo aspirado estaban empeorando la salud de esta hija de Dios.
La emergencia se presentó en la Iglesia Milagros de Jesús.
La ambulancia demoraba en llegar y fue allí cuando el bombero Pérez decidió romper los protocolos para hacer lo más importante: salvar una vida.
El bombero tomó de su aire puro comprimido y le suministró a la paciente. Ya en la clínica los galenos de turno informaron que esa acción la salvó
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AMA SALVAR VIDAS
El caso de Luís Gabriel Pérez fue sin duda alguna un acto heroico de su parte. Dice amar su profesión y servir en beneficio de su gente samaria.
Su amor ha sido tan grande por ser bombero que su hijo de cuatro años ya sueña con serlo. Recibe el apoyo incondicional de su esposa también.
En este lugar está ubicado el Templo de los Milagros, epicentro del incendio.
Luís Gabriel es estudiante de Ingeniería Industrial en la Universidad del Magdalena e integra el cuerpo de bomberos desde el 2009.
Ánimo al bombero Pérez y todos sus compañeros, su valor y heroísmo en Santa Marta es de las cosas que más aprecia la ‘Bahía más hermosa de América’.
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