Mercaderes del agua “dueños de los pozos” artesanales, venden el agua con mangueras hasta un kilómetro alrededor en Santa Marta.
Mientras se materializa el anunció de la solución de la falta de agua potable en Santa Marta, por parte de la administración distrital, los mercaderes del agua hacen de la suya.
Una pimpina de 20 litros de agua, de dudosa calidad, se puede vender en el nororiente en $1500 pero en el mismo sector justo en los cerros la misma puede alcanzar los $2000 o $2500.
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Según William Nieto presidente del barrio Juan XXIII, las peleas entre mujeres por recoger el agua en cualquiera de sus modalidades es pan de cada día en dicho sector.
Los mercaderes del agua, incrementan sus ofertas al tiempo que suben el precio del agua en bolsas plásticas, pimpinas y hasta cobran el preciado líquido por horas de mangueras improvisadas.
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¿CALIDAD Y CANTIDAD?
Los que hacen su agosto, son los mercaderes del agua que controlan los pozos artesanales, que hacen sin ningún principio de ingeniera, ni miden la calidad del agua que de allí emana.
Los “dueños de los pozos” artesanales, brindan el servicio de agua hasta un kilómetro alrededor de este estanque, vendiendo el servicio en mangueras improvisadas.
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Los mercaderes del agua, que la venden desde las pozas, lo hacen con una precisión de tiempo colocando el líquido a través de mangueras, es decir toda una “empresa de agua”
Los líderes comunales en el nororiente de Santa Marta no se quieren comprometer a ser veedores de la distribución del agua en carrotanques pues en ello hay conflictos que terminan en peleas.
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