A pequeños productores de banano de exportación del Magdalena, se les aplicó una encuesta de conocimiento del Fusarium Raza 4 Tropical.
Un total de 100 pequeños productores de comercio nacional de los corregimientos de Río Frío, Sevilla y Guacamayal, en el municipio de Zona Bananera, han recibido igual número de kits de bioseguridad por parte de Asbama y el Ica.
Además, un taller de sensibilización para fortalecer los mensajes y buscar nuevos mecanismos que motiven a los productores a mantener los protocolos de bioseguridad frente a los riesgos del Fusarium. Y, verificar si las prácticas que emplean en sus predios son las que indica la norma.
— ASBAMA (@asbama_) October 10, 2023
100 pequeños productores de comercio nacional de Río Frío, Sevilla y Guacamayal, en el Magdalena, recibieron igual número de kits de bioseguridad por parte de @asbama_ y el @ICACOLOMBIA, además de un taller de sensibilización para reforzar el mensaje de prevención del #FocR4T
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Guillermo Durán Restrepo es uno de los pequeños productores propietario del predio La Margarita Durán, ubicada en Río Frío. Señala que tiene conocimiento de la enfermedad, que aplica los protocolos y que viene participando de los talleres y entrega de kits de bioseguridad desde que iniciaron los convenios.
Así mismo, manifestó que por haber asistido a varias capacitaciones tiene plena claridad sobre lo que significa contraer el Fusarium Raza 4 Tropical: “sí tenía conocimiento y es una cosa terrible, a la persona que le da, son 25 años que se le muere la finca, se muere él y todavía no recupera las tierras que con tanto esfuerzo ha conseguido”.
VER: La nueva estrategia de Asbama y el Ica para prevenir el Fusarium
APLICACIÓN DE LA ENCUESTA
Antonio Escorcia, gestor social y cultural para la sensibilización del FocR4T, señaló que con las actividades se demostró que la gran mayoría de los pequeños productores reconocieron la importancia de las zonas de bioseguridad.
De un lado ha habido, por parte de ellos, un conocimiento de lo que se necesita para ese manejo, pero por otro, se visualizan ciertas dificultades para identificar ciertas zonas riesgosas que puedan transmitir el Fusarium.
La actividad finalizó con la aplicación de una encuesta que se divide en dos partes. La primera para medir el perfil demográfico de los productores de la zona.
Y la segunda, hacer un balance del conocimiento que estos productores tienen sobre el Fusarium, para poder identificar que insumos han tenido anteriormente y cuanto es el tiempo que se dedican al manejo fitosanitario de sus predios.
VER: ¿Es cierto o no que hay un nuevo foco de Fusarium en el Magdalena?
