En cada refugio de animales puede haber más de 100 perros sin alimentos ni medicina por fallas de política pública de protección animal.
La senadora de la Republica Andrea Padilla Villarraga, le insistió a la alcaldesa Virna Lizi Jonhson Salcedo, por ayuda a los animales y animalistas de Santa Marta.
El curioso post en la red social X interrumpió un hilo de discusión electoral sobre la nulidad Carmen Patricia Caicedo Omar, se trató del ruego de la senadora Andrea Padilla.
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La senadora Padilla, defensora de los derechos de animales, le dijo a la alcaldesa de Santa Marta “yo no sé a ustedes cómo tocarles el corazón, el sentido de responsabilidad”.
Por su parte, animalistas innatos de Santa Marta lanzan un S.O.S a la alcaldía Distrital de Santa Marta, pues el numero de perros y gatos superó el presupuesto de su servicio.
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CASOS EN SANTA MARTA
Entre tanto la senadora Andrea Padilla “le hala las orejas” a la alcaldesa Virna Jonhson, cuenta en su cuenta X un caso insostenible de una animalista rescatista en Santa Marta.
“La señora Yolanda ya no puede más. Tiene más de 120 animales y todos los días le dejan más abandonados. Se acerca a los 70 años, sufre de las articulaciones, vive sola”.
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Lo anterior, hace parte de su queja para poder argumentar una de las decenas de casos similares en Santa Marta según Nayibe Rojas, animalista de la ciudad.
Todos los animalistas en Santa Marta llegan a la misma conclusión, hay muchos rescatistas y sus animales están muriendo de hambre porque no tienen recursos para sostenerlos.
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SOBREPOBLACIÓN DE ANIMALES
Según el concepto de la Fundación San Mikael en Santa Marta se trata de esterilizar de manera científica, adecuadas a los perros y gatos de la ciudad.
La población de los perros callejeros aumenta descontroladamente por la falta de programas esterilización medibles y cuantificables, además del maltrato animal.
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Otra de las fallas que tiene el sistema de protección animal del Distrito de Santa Marta, es que no cuentan con un censo actualizado de perros y gatos de la ciudad.
La sobrepoblación animal no solo es evidente en las calles de Santa Marta sino en refugios improvisados donde viven más de 100 perros o gatos sin alimento ni medicina.