El ‘robatapas’ un personaje sin rostro conocido tiene en su contra a todo el barrio Bastidas en este momento, ha sido declarado el enemigo número 1 de la comunidad que se puso de acuerdo para encontrarlo y dejar de padecer sus continuos robos.
Probablemente la venta de tapas de alcantarilla no sea el negocio más rentable, pero parece que hay alguien en Bastidas para quien sí representa mucho y se ha dedicado a robárselas, perjudicando a la comunidad de este sector de Santa Marta.
Juan José Vargas Glen presidente de la junta de acción comunal del barrio Bastidas, localidad dos de la ciudad de Santa Marta, denunció la problemática que se ha recrudecido en el sector desde el 26 de marzo del presente año cuando se conocieron los primeros robos.
“En el barrio se están robando las tapas de alcantarilla en nuestras calles, así como también las tapas de los registros del acueducto, las tapas de las albercas que están sueltas en los frentes de las diferentes casas” aseguró Vargas, y señaló también que los registros de los medidores de gas no se salvan.
La Junta de Acción comunal del barrio ha hecho público a través de sus redes sociales en reiteradas ocasiones las molestias que les han causado los delincuentes, también han acudido a la empresa Essmar y a la inspección de Policía del barrio, para que les ayuden a encontrar a los responsables.
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¿QUIÉN LES SOLUCIONA?
A la comunidad del barrio Bastidas le ha tocado hacer rondas nocturnas para poder controlar los continuos robos, ya que no encuentran otra manera de poder detener a los «robatapas». Sus habitantes le hacen un llamado a la Policía Metropolitana de Santa Marta para que cesen estos, que afectan a toda una comunidad aseguran.
Las alcantarillas sin tapa se convierten en un problema porque residuos de diferentes tamaños caen en ellas y taponan la red de alcantarillado lo cual produce rebosamiento y derrame de aguas residuales en las calles, además representan un peligro puesto que al no estar señalizadas representan un riesgo de accidentes.
A la fecha se han robado cuatro tapas de alcantarillas, siete registros de agua, una tapa de alberca, tres rejillas de gas; por fortuna no se ha presentado ningún accidente vial. Juan Vargas asegura que hay que tener mano dura ante estos delitos por las repercusiones que tienen en la cotidianidad del barrio.
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