‘Chamo’, ‘pana’ o ‘mamaguevo’; eran expresiones que sólo aparecían en las novelas venezolanas retransmitidas en Colombia y que ahora se escuchan en cada rincón de Santa Marta.
Cada semáforo está monopolizado por una horda de hombres jóvenes, con la cara curtida por el sol y con un acento que dice que le harán de todo a tu vehículo por una moneda.
Son la cara humana del conflicto político. Y están por toda una ciudad, que, no siendo la principal, le ha sabido abrir las puertas… y sus calles.
Según Migración Colombia, en los barrios de Santa Marta residen 38.615 venezolanos.
Aunque estos, son sólo algunos de los rostros que hoy condensan los 38.615 venezolanos registrados en los informes de Migración Colombia.
Pero en la realidad, pueden superar los más de 40.000; en virtud de que ya representan el 7 % de la población residente en Santa Marta.
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‘VILLA CARACAS’
En Taganga hay un gran ejemplo de lo que está pasando. Allí fue fundada ‘Villa Caracas’; un conjunto de casas a medio hacer, incrustadas en una loma.
Allí, los niños juegan en la calle polvorienta sin ningún tipo de restricción; entre todos se conocen y no pasan carros, pues no hay vías por las que pasar.
En ‘Villa Caracas’, en Taganga; viven hasta cuatro familias venezolanas por cada casa.
Está en el extremo oriente del balneario de Taganga, lejos del paisaje que deleita a los turistas; pero bastantes enterados de los servicios que compran.
Nadie sabe cuándo llegaron, sólo que una a una de esta treintena de casas, fueron apareciendo habitadas por familias de ‘maracuchos’.
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‘VILLA PETARE’
Villa Petare es el barrio más peligroso de Venezuela, así la definen en portales digitales. Es una especie de gran fabela de hispano América.
Pero a pesar de las coincidencias que guarda con el popular barrio de Caracas; este cúmulo de casas no están en Venezuela sino en Santa Marta.
Santa Marta está convertida en una pequeña República Bolivariana de Venezuela.
El ‘Villa Petare’ de Santa Marta se localiza en la subida hacia el sector de El Rodadero, casi encima de la carretera del Ziruma. Es habitado por 127 venezolanos.
La mayoría de los residentes en el ‘Villa Petare’ samario trabajan en oficios varios o en construcciones por las que llegan a recibir $15.000 por día.
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SUS CONDICIONES
‘Villa Caracas’ y ‘Villa Petare’ son sectores que tienen en común ser lugares donde más viviendas conjuntas hay de venezolanos. ¡Ese es otro mundo!
Como en La Paz, Gaira o en el sector de Bonda; donde los extranjeros se cuentan por centenas. Tantos, que no hay un censo institucional.
La Paz, Gaira y Bonda son otros de los sectores que más registran asentamiento de venezolanos
Viven en casas cuyos arriendos no superan los $12.000 pesos diarios; cuatro, cinco o seis personas, retan las leyes de espacio y se acomodan en un cuarto.
Y seguirán creciendo, pues nada más este año, en las instituciones de salud de la ciudad, fueron atendidas alrededor de 2.300 mujeres embarazadas venezolanas.
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