El Frente Amplio de Mujeres en el Magdalena pide a las autoridades prioridad en atención y educación sexual para las madres, en su mayoría menores de edad.
El Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) ubicó a Santa Marta en el puesto 19 de las ciudades en las que las mujeres presentan mayores dificultades económicas en la adquisición de elementos necesarios para su menstruación.
Sin embargo, no es solo eso, a esta Situación se le suma la falta de educación sexual o acceso a métodos de planificación familiar. Lo cual repercute en el número de casos de menores con embarazos no deseados.
De acuerdo con el Frente Amplio de Mujeres en el Magdalena, hay preocupación en el municipio de Zona Bananera, al norte de este departamento, debido a las altas cifras de niñas y adolescentes embarazadas.
Lo más grave de todo esto, es que la mayoría de las mujeres que quedan en estado de embarazo, no se encuentran inscritas en ningún colegio. Y, en otros casos se retiran para cumplir con su labor de maternidad.
VER: 3700 menores con embarazo no deseado preocupan a los magdalenenses
¡MÁS DE 500 CASOS!
Jennifer del Toro, psicóloga y defensora de Derechos Humanos, precisó que «el municipio más afectado es Zona Bananera, son más de 500 los casos de embarazos adolescentes que se han registrado y le pedimos a las autoridades atención y educación sexual para las madres que en su mayoría son menores de edad».
Acorde con Jennifer del Toro: “Una niña convertida en madre se convierte en un ciclo de pobreza. Esas niñas atrapadas en los circuitos de pobreza que tienen que desertar del sistema educativo».
«Van a tener que trabajar en empleos precarios. No van a tener las competencias psicológicas, afectivas, ni económicas para asumir la crianza de sus hijos porque están en plena etapa de desarrollo. Van a reproducir unas cadenas de pobreza a su alrededor, que son muy difíciles de superar”, manifestó del Toro.
En cuanto a la atención de la menstruación, indicó que es un problema nacional y se le conoce como ‘pobreza menstrual’. “El Magdalena tiene muchas necesidades básicas insatisfechas y las mujeres en estas condiciones comienzan a sacrificar su salud, en ese sentido empiezan a delegar ese presupuesto para su salud menstrual a gastos que consideran más básicos como los alimentos de la familia”.
VER: ¡Ojo! los dos casos que más demandan atención en la Zona Bananera
