Disfrutar los balnearios turísticos como El Rodadero, Minca y Taganga es una labor casi imposible. Impera la inseguridad y el caos.
La ola de criminalidad en Santa Marta no se detuvo con el fin del año, al contrario, parece recrudecerse y los turistas están totalmente expuestos.
Así quedó en evidencia en la madrugada del primero de enero, en el que en medio de un enfrentamiento familiar en Taganga se dio un ‘espectáculo’ de tiros al aire.