Esta estrategia busca proteger el medio ambiente e involucrar a las comunidades locales en la gestión y cuidado de los manglares.
En el departamento del Magdalena, se está llevando a cabo un proyecto crucial que podría determinar el futuro de los manglares, uno de los ecosistemas más importantes y frágiles de la región.
La Corporación Autónoma Regional del Magdalena -Corpamag, en colaboración con el Instituto de Investigaciones Marinas y Costeras -Invemar, está liderando esta iniciativa que tiene como objetivo proteger y restaurar estos bosques vitales en los municipios de Sitionuevo, Puebloviejo, Ciénaga y Santa Marta.
Este proyecto, que se ha convertido en un referente para la conservación de ecosistemas costeros, se ha desarrollado en cuatro fases clave, cada una diseñada para asegurar la protección efectiva de los manglares y la participación activa de las comunidades locales.
La primera fase consistió en la identificación y análisis detallado del territorio, con un enfoque particular en las zonas más críticas para la conservación de los manglares. Este análisis permitió entender mejor las dinámicas ecológicas y socioeconómicas que afectan a estos ecosistemas.
En la segunda fase, se llevó a cabo un exhaustivo inventario de las especies de fauna que habitan en los manglares. Este proceso fue fundamental para evaluar las condiciones ambientales actuales y establecer una línea base para futuras intervenciones. Durante esta etapa, se documentaron numerosas especies, destacando la rica biodiversidad que los manglares del Magdalena albergan, y se identificaron áreas que requieren una atención prioritaria para su conservación.
La comunidad y los manglares
La tercera fase del proyecto otorgó un rol protagonista a la comunidad. A través de cinco talleres en diferentes localidades, como Nueva Venecia, Buenavista, Puebloviejo, Ciénaga y Buritaca, 94 actores comunitarios, incluidos pescadores, líderes comunitarios y otros miembros de la comunidad, participaron activamente en la zonificación ambiental.
Estos talleres no solo fueron espacios de diálogo, sino también de construcción conjunta de soluciones, donde la experiencia y el conocimiento local se combinaron con la ciencia para definir áreas de aprovechamiento sostenible, restauración y conservación prioritaria.
Finalmente, la cuarta fase se centró en la formulación de una estrategia de gestión integral. Esta estrategia no solo busca proteger el medio ambiente, sino que también pretende involucrar de manera efectiva a las comunidades locales en la gestión y cuidado de los manglares.
Para ello, se analizó cómo los diferentes actores interactúan con el territorio, lo que permitirá, a futuro, integrar proyectos que beneficien tanto al ecosistema como a las personas que dependen de él para su subsistencia.
Alfredo Martínez Gutiérrez, Director General de Corpamag, subrayó la importancia de este esfuerzo dentro del Plan de Acción de la entidad, señalando que el 35% del bosque de manglar del Magdalena está bajo su jurisdicción.
“Estamos trabajando de la mano con las comunidades para restaurar y aprovechar de manera sostenible este patrimonio natural, que es crucial no solo desde el punto de vista ecológico, sino también para el bienestar de la gente”, manifestó Martínez.
Este proyecto también ha identificado oportunidades para implementar iniciativas adicionales que incluyen la restauración de flujos hídricos, el fortalecimiento de la educación ambiental, y el uso sostenible de recursos como crustáceos y peces.
La participación de instituciones como Invemar, Parques Nacionales Naturales, y las comunidades locales ha sido clave para avanzar en esta misión de proteger uno de los tesoros naturales más importantes del Magdalena, asegurando un futuro sostenible para la región y sus habitantes.
¿Qué son los manglares?
El manglar es un ecosistema marino-costero ubicado en los trópicos y subtrópicos del planeta, en el cual la especie fundamental es el mangle.
Los manglares constituyen un ecosistema irremplazable y único, que alberga a una increíble biodiversidad por lo que se los considera como una de las cinco unidades ecológicas más productivas del mundo, con niveles de productividad primaria que superan la de muchos sistemas agrícolas.
La importancia del ecosistema manglar desde el punto de vista biológico radica en que protege a gran cantidad de organismos en sus troncos, entre sus raíces o en el fango, tales como bacterias y hongos, que intervienen en la descomposición de materiales orgánicos e incluso transforman materiales tóxicos en azufre o sulfuro, purificando el agua que llega al mar.
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