Home Magdalena Unimagdalena revela vestigios prehispánicos en Santa Marta

Unimagdalena revela vestigios prehispánicos en Santa Marta

por Álvaro Quintana Mendoza
Unimagdalena revela vestigios prehispánicos en Santa Marta

La Universidad del Magdalena encontró rastros de vestigios prehispánicos anteriores a los Tayrona, lo que cambia la mirada sobre la región.

Una zanja abierta con fines investigativos, en medio del campus de la Universidad del Magdalena, terminó siendo una ventana al pasado más remoto de Santa Marta. En un terreno donde se espera ver planos de construcción, aulas nuevas y modernización, hoy se halla también una parte esencial del origen cultural de la región.

Con la implementación rigurosa del Programa de Arqueología Preventiva (PAP), la Alma Mater ha revelado vestigios que podrían ser anteriores a la era cristiana, dando pie a una lectura más compleja y profunda del pasado samario.

La Universidad, fiel a su visión de sostenibilidad e investigación, encontró dentro de su propio campus rastros culturales asociados a la cultura Malambo, una sociedad que habitó el Caribe colombiano mucho antes de la llegada de los españoles, y que no figuraba con fuerza en los registros previos sobre Santa Marta.

Esta presencia, con evidencias en forma de cerámicas, líticos, semillas, residuos orgánicos y carbón, sugiere que los grupos Tayrona no fueron los únicos ocupantes de este territorio. Y más importante aún, que existió una dinámica de intercambio cultural entre comunidades que venían desde La Guajira o el Atlántico.

Este descubrimiento es resultado de un proceso técnico y científico, respaldado por el Instituto Colombiano de Antropología e Historia (ICANH). A diferencia de intervenciones aisladas, el PAP liderado por la Universidad es parte de una estrategia a largo plazo que articula ciencia, gestión pública, estudiantes y comunidad. Se trata de hacer arqueología con los pies en el presente, entendiendo que el conocimiento no solo se excava, también se comparte y se transforma en conciencia colectiva.

Vestigios prehispánicos, más allá de los Tayrona

Durante años, el relato dominante sobre la prehistoria samaria giró en torno a la cultura Tayrona. Sin embargo, los hallazgos recientes permiten ampliar ese enfoque. Las herramientas encontradas y el análisis de los residuos revelan formas de vida más diversas, posiblemente itinerantes, y con estructuras sociales distintas a las que se asociaban tradicionalmente a la Sierra Nevada.

Aunque aún no se cuenta en el país con laboratorios que permitan procesar todos los materiales —como los restos de carbón fundamentales para la datación exacta— la Universidad del Magdalena ya inició gestiones para enviar muestras a centros especializados fuera de Colombia. Este paso permitirá establecer con más precisión las fechas y los contextos ambientales de la ocupación, algo que podría modificar de manera sustancial el conocimiento arqueológico del Caribe.

El doctor Juan Carlos Vargas Ruiz, coordinador del PAP, ha liderado este esfuerzo con una mirada integradora: mientras se construye infraestructura académica-administrativa como parte del Plan de Desarrollo 2020-2030, se protege el pasado que emerge del subsuelo. El polígono Río Magdalena, epicentro de los hallazgos actuales, es el reflejo de esa doble apuesta: progreso con memoria.

Ciencia, estudiantes y comunidad

Más allá de los datos duros y las piezas excavadas, lo que hace que este hallazgo cobre un valor social es la dimensión pública de la arqueología que promueve la Universidad. A través de talleres, conversatorios y actividades abiertas, se está sembrando en estudiantes y vecinos la noción de que el patrimonio es de todos, y que su defensa empieza por conocerlo.

El PAP no solo entrena estudiantes en técnicas de excavación, sino que los vincula a una causa mayor: reconstruir la historia con rigor, sentido crítico y pertenencia. Esto les da herramientas no solo científicas, sino también humanas y sociales. Están aprendiendo a mirar el territorio con otros ojos, a preguntarse qué había antes y por qué eso importa ahora.

Este trabajo no se trata de encontrar oro o tumbas ceremoniales, es la búsqueda de un relato colectivo, de entender cómo se tejieron los primeros vínculos humanos en la región y qué podemos aprender de ellos en un mundo que también busca equilibrio con el entorno.

Así, la Universidad del Magdalena no solo edifica aulas o bibliotecas, sino que, construye una conciencia del pasado que fortalece la identidad local y nacional al descubrir huellas antiguas en el corazón del campus, confirma que el conocimiento más valioso no siempre está lejos, sino que a veces emerge justo bajo nuestros pies.

VER: Unimagdalena

Te podría interesar