La Corporación Autónoma Regional del Magdalena (CORPAMAG) fortalece la educación ambiental y la restauración ecológica del territorio con la entrega de tres viveros bioclimáticos en Algarrobo y El Piñón.
La Corporación Autónoma Regional del Magdalena (Corpamag) avanza con paso firme en su compromiso con la sostenibilidad ambiental del departamento. En articulación con las empresas Grenergy e Ingevías, y con el respaldo de las administraciones municipales, la entidad lideró la entrega de tres viveros bioclimáticos en los municipios de Algarrobo y El Piñón, como parte de las compensaciones forestales exigidas a compañías privadas por la autoridad ambiental.
Estas estructuras no solo representan un cumplimiento normativo, sino una apuesta por la educación ambiental y la restauración ecológica. Cada vivero fue diseñado con tecnología que optimiza el uso del agua y la energía, convirtiéndose en espacios pedagógicos y centros de producción de plántulas destinadas a la reforestación de zonas degradadas del Magdalena.
Educación ambiental con impacto real
Durante la entrega de los viveros, Gustavo Pertuz Valdez, subdirector de Gestión Ambiental de CORPAMAG, destacó la relevancia de estas acciones:
“Hoy, estas empresas están formalizando el cumplimiento de su obligación compensatoria con estos tres viveros bioclimáticos para el departamento del Magdalena. Estamos satisfechos con lo logrado porque vemos el compromiso de toda la comunidad educativa con el tema ambiental”.
Cada estructura entregada está concebida como un laboratorio de aprendizaje sostenible, donde estudiantes, docentes y comunidades podrán involucrarse en procesos de siembra, germinación y cuidado de especies nativas. Estos espacios fortalecen los Proyectos Ambientales Escolares (PRAE), impulsando la apropiación del territorio y la conciencia ecológica desde las aulas.
Vivero bioclimático en Algarrobo: un aula viva de sostenibilidad
En el municipio de Algarrobo, Corpamag y la empresa Grenergy instalaron un vivero bioclimático en la Institución Educativa Departamental Rafael Núñez, en cumplimiento de la Resolución No. 6206 de 2022, modificada por la Resolución No. 1964 de 2023.
Durante el acto de entrega participaron el alcalde Juan Pablo Vargas, la gestora social Nelly Scott, la secretaria de Planeación Municipal Betsy Fontalvo, el rector Enrique Jiménez Espitia, y representantes de las empresas y de Corpamag.
El rector Jiménez Espitia expresó su entusiasmo:
“Este vivero se convierte en un laboratorio que nos permitirá enseñar a nuestros estudiantes la importancia del sostenimiento y producción de especies nativas. Agradecemos a CORPAMAG, Grenergy y a nuestro alcalde por esta gestión que nos compromete a mantenerlo funcional a mediano y largo plazo”.
El proyecto busca que las instituciones educativas no solo sean beneficiarias de las compensaciones ambientales, sino aliadas activas en la conservación del ecosistema local.
Dos viveros para El Piñón: educación, comunidad y reforestación
El municipio de El Piñón también fue escenario de una importante entrega: dos viveros bioclimáticos instalados por las empresas Grenergy e Ingevías, en cumplimiento de sus respectivas obligaciones ambientales.
1. Vivero en la Institución Educativa Departamental Sabanas
El primero, desarrollado por Grenergy, responde a la Resolución 2434 de 2022, modificada por la Resolución 5378 de 2024. En el evento participaron el rector Samuel Martínez, el subdirector Gustavo Pertuz, el grupo ambiental escolar y representantes de las empresas Grenergy y CIGMA Ingeniería.
Durante la jornada, Corpamag presentó el Proyecto Ambiental Escolar (PRAE) titulado “Cuidemos nuestra casa, un compromiso ambiental de todos”, enfocado en fomentar la colaboración entre estudiantes, docentes y comunidad educativa para la protección del entorno.
2. Vivero en la Institución Educativa Departamental Agrícola El Piñón
El segundo vivero fue entregado por Ingevías, en el marco del Permiso de Tala No. 001 del 9 de febrero de 2024, otorgado al Consorcio Conexión Magdalena 2023. La ceremonia contó con la presencia de María José Medina, secretaria de Desarrollo Económico y Social; Luis Enrique Jiménez, rector de la institución; y delegados de Invías–Fundeter, CIGMA Ingeniería y Corpamag.
Aportes empresariales a la sostenibilidad del Magdalena
Durante la entrega, Fernanda Latorre Guerrero, residente ambiental de Grenergy, explicó que estas acciones forman parte de las compensaciones derivadas del Parque Solar Pétalos del Magdalena, ubicado en la Zona Bananera, y destacó que el propósito principal es:
“Fortalecer la educación ambiental y reforestar las zonas degradadas de la región”.
Esta articulación entre el sector privado y la autoridad ambiental demuestra que el cumplimiento de las obligaciones ambientales puede transformarse en un motor de desarrollo sostenible. Más allá del componente técnico, los viveros promueven una visión compartida de responsabilidad ecológica y compromiso con las generaciones futuras.
Características técnicas de los viveros bioclimáticos
Los tres viveros cuentan con sistemas de riego por aspersión y áreas promedio de 120 metros cuadrados, lo que permite mantener condiciones óptimas para la producción vegetal durante todo el año.
Su capacidad de producción alcanza hasta 10.000 plántulas anuales, que serán destinadas a programas de reforestación y restauración ecológica en zonas rurales de Algarrobo y El Piñón.
Entre las especies que se cultivarán se destacan:
- Cedro rosado
- Roble
- Ceiba
- Iguamarillo
- Guayacán
- Papaya
- Guayaba
- Matarratón
- Maíz tostado
Todas ellas son especies nativas del bosque seco tropical, uno de los ecosistemas más amenazados del país, cuya recuperación es una prioridad para Corpamag y sus aliados.
Seguimiento y acompañamiento continuo
Corpamag garantizará el seguimiento técnico y pedagógico de los viveros, velando por su funcionamiento, sostenibilidad y crecimiento a largo plazo. A través de capacitaciones, visitas periódicas y asesorías, la entidad apoyará a los docentes y estudiantes para que los viveros se consoliden como espacios permanentes de educación ambiental.
El objetivo es que cada institución educativa pueda no solo producir plántulas, sino también fomentar un sentido de pertenencia ecológica, integrando estas prácticas en sus currículos académicos y actividades comunitarias.