En 50 o 60 días, el agricultor Wilson Pérez estará recogiendo su primera cosecha de tomate tecnificado, ese mismo que plantó junto a su familia.
Recientemente, en las estribaciones de la Sierra Nevada de Santa Marta, se inauguraron modernos invernaderos, con el que pretenden resaltar y al mismo tiempo contribuir la importancia de la producción agrícola de manera sostenible en la región.
Se trata de un proyecto piloto con el que se busca incrementar en un 300% la producción de tomates, ají y hortalizas, garantizando una mejora en la calidad de estos productos a través del tratamiento correcto de las plántulas y la aplicación de fertilizantes.
Para Wilson Pérez, uno de los agricultores beneficiados, este proyecto representa una gran satisfacción y beneficio para este gremio, destacando así que, con el invernadero y la asistencia técnica, ahora puede cultivar tomates de manera más eficiente, sin verse afectado por las inclemencias del tiempo.
Este agricultor, que en el pasado ha cosechado yuca, fríjol, plátano y ahora tomate, tiene sembradas las esperanzas de ampliar sus ganancias, puesto que, con el invernadero, no importa si haya lluvia o sol, su producto estará garantizado, además que cuenta con asistencia técnica.
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ES UN PROYECTO AMIGABLE CON EL MEDIO AMBIENTE
Es de anotar que, los invernaderos, con características técnicas avanzadas, brindan a los agricultores un mayor control sobre las condiciones climáticas, permitiendo el cultivo eficiente y protegido de los productos. Además, se implementaron sistemas de almacenamiento de agua y riego por goteo para maximizar la productividad.
La agricultura sostenible, se caracteriza por la producción segura para el consumo, a través del uso eficiente de los recursos y prácticas amigables con el medio ambiente, y que a su vez mitiguen el cambio climático. Por ende, su interés se centra en el rendimiento social, económico y ambiental.
Con este plan, se fortalecerá la producción y comercialización de los cultivos en los departamentos del Magdalena y del Cesar, a raíz que impulsa el desarrollo económico en el sector agrícola, con la disposición de herramientas y tecnologías a los agricultores locales.
«Antes sembraba de manera artesanal, ahora contamos con la asistencia técnica y acompañamiento del agrónomo, que nos ha enseñado el manejo de la aplicación de fertilizantes y la forma adecuada como debemos tratar estas plantas», señaló Wilson Pérez, quien espera cosechar su primer lote de tomates en aproximadamente 50 o 60 días.
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