Residentes de los barrios temen por su salud, porque al recibir estas aguas en sus hogares no permite su utilización debido a la suciedad y turbieza con que sale de los grifos.
Samarios denuncian que a través de las redes son abastecidos con agua que prácticamente no permite su uso, ni para lavar ropa o los utensilios de la cocina, debido a que quedan “más sucios que limpios” por el estado del agua que reciben.
Tras padecer en ocaciones por falta de agua, ahora se le suma el problema de que cuando llega, no es de buen color puras aguas «turbias», a barrios como Juan XXIII, Chimila, El 17 de diciembre.
El tema es tan preocupante que incluso las directivas de instituciónes educativas han denunciado que el agua incluso es filtrada a través de un hidrante el cual ha sido objeto de “limpiezas” por parte de la Essmar.
Y cuya agua en malas condiciones queda en la mitad de la calle la cual tras evaporarse queda lo que ellos llaman un polvillo negro que demuestra la turbiedad del agua, en la mitad de las vías y con las brisas ronda en el aire lo que podría causar enfermedades respiratorias.
SEGÚN EL ESSMAR
Frente a esta situación que no solo preocupa si no mantiene molestos a los habitantes de estos barrios, la Empresa de Servicios Públicos de Santa Marta indicó que se ha visto obligada aumentar la presión del agua, debido a los bajos caudales causando que se genere un arrastre sustancial de sedimentos.
Desde la empresa según manifestaron voceros de esta se ha implementado un plan de purgas en las redes para garantizar la calidad del preciado líquido con 62 puntos de muestreo distribuidos en distintos lugares de la ciudad.
Que han sido concertados con el órgano de vigilancia encargado, es decir, la Secretaría de Salud Distrital, con el fin de llevar el control de la calidad del agua que se produce en las plantas de tratamiento.
Olmer Buitrago, ingeniero químico y jefe de producción del área de acueducto de la Essmar aseguró que, “en dichos puntos se toman muestras aleatorias para medir los parámetros de norma que exige en turbidez, color, PH, conductividad, cloro libre, microorganismos, los cuales validan y garantizan que el líquido vital que se entrega a los usuarios, es apto para el consumo humano”, expresó.
