El Pacto Histórico mueve su tablero en el Magdalena con nombres que buscan retener fuerza en el Caribe.
El Magdalena volvió a ser epicentro de la política nacional con la consulta interna del Pacto Histórico, una jornada que no solo definió candidatos al Congreso, sino que también confirmó la capacidad de movilización del movimiento en el departamento.
En esta cita electoral, la figura que acaparó la atención fue Carmen Patricia Caicedo Omar, quien se convirtió en la mujer más votada del Pacto Histórico en todo el país dentro de la lista al Senado.
Su ascenso político se ha construido paso a paso: exaspirante a la Alcaldía de Santa Marta, asesora de la Agencia Nacional de Tierras y figura visible en los sectores progresistas del departamento. Su triunfo interno demuestra el peso que ha ganado el Magdalena dentro de la estructura nacional del Pacto, desplazando incluso a nombres de peso dentro del movimiento como Aída Avella y María Eugenia Londoño, ambas también aspirantes a la Cámara Alta.
El resultado de Caicedo Omar no solo refleja respaldo político, sino también una base territorial consolidada en Santa Marta y los municipios ribereños. La exfuncionaria logró canalizar el voto femenino y urbano, mientras que el resto de las candidatas enfrentó dispersión en otras regiones.
José Felipe Hernández, el nuevo rostro del Pacto Histórico en Magdalena
En la disputa por la Cámara de Representantes, el liderazgo fue para José Felipe Hernández, quien consiguió 26.475 votos, una cifra que lo ubica como el candidato más respaldado del Pacto Histórico en el departamento.
Hernández, conocido por su cercanía con las bases sociales y comunitarias, logró conectar con sectores populares del distrito y del sur del Magdalena, consolidando su liderazgo en municipios como Fundación, Plato y El Banco.
Su campaña se centró en tres ejes: desarrollo rural, empleo juvenil y protección de los ecosistemas fluviales, temas que resuenan con la realidad magdalenense y que podrían convertirse en el eje de su discurso legislativo. Su votación representa un crecimiento notable frente a consultas anteriores, lo que muestra la madurez política de la estructura local del Pacto.
Naylea Barros: el ascenso de una voz comunicadora
El segundo lugar en la Cámara lo ocupó Naylea Melissa Barros Martínez, comunicadora social y periodista, con 15.092 votos. Su desempeño sorprendió incluso dentro del movimiento, pues superó a figuras con mayor recorrido político.
Barros encarna un perfil distinto al de los políticos tradicionales: joven, mediática y con discurso de cercanía. Su presencia podría representar el rostro renovado del Pacto en el Magdalena, un espacio donde la figura femenina comienza a ganar peso propio.
Para el tercer puesto, el abogado Vilbrum Tovar logró 6.383 votos, consolidando su presencia como una figura con experiencia jurídica y trayectoria en causas sociales. Le siguieron Efraín Mojica y Yamilex Charris, esta última ingeniera ambiental y animalista, que ha buscado vincular las causas ecológicas con el debate político.
Una lista que redefine el mapa político
Con estos resultados, el Pacto Histórico no solo estructura una lista con nombres fuertes, sino que también envía un mensaje: el Magdalena sigue siendo uno de los departamentos estratégicos en la proyección política del movimiento.
La combinación de Caicedo Omar, Hernández y Barros une tres líneas de acción —gestión institucional, base social y renovación generacional— que podrían garantizarle al partido una presencia significativa en la contienda parlamentaria del próximo año.
Además, la elección interna confirmó una tendencia nacional: la expansión territorial del Pacto hacia zonas intermedias, donde antes predominaban partidos tradicionales. En ese contexto, el Magdalena se proyecta como un laboratorio político clave para medir la fuerza real del movimiento en el Caribe.
VER: Pacto Histórico
El reto: convertir votos internos en curules
A pesar del impulso que deja la consulta, el Pacto Histórico enfrenta el desafío de transformar esa votación en resultados concretos en las urnas nacionales.
Los más de 26.000 votos de Hernández y los 15.000 de Barros son un punto de partida sólido, pero deberán enfrentarse a la maquinaria política tradicional, a los liderazgos consolidados de la costa y a una abstención que históricamente supera el 50 % en elecciones legislativas.
En el caso de Caicedo Omar, su ascenso interno la proyecta como la carta fuerte del Magdalena en el Senado, pero su consolidación dependerá de que mantenga la unidad del movimiento local, evite divisiones internas y logre proyectarse más allá del círculo samario.
Si el Pacto logra mantener cohesión y coherencia en el discurso regional, los nombres que surgieron de esta consulta podrían encabezar una renovación real de la representación magdalenense en el Congreso.