Un talentoso samario creó en tiempo récord, una cabina de desinfección del coronavirus que tiene la capacidad de destruir la enfermedad en segundos.
En un científico ‘criollo’ se ha convertido Luis Alberto Balaguera Massu, ingeniero industrial de la Universidad del Magdalena y samario a mucho honor.
Desde muy pequeño le encantaba inventar; creaba barcos a motor de juguete y casas en el patio de su hogar para que sus amigos se divirtieran con él.
Luis Alberto Balaguera Massu es egresado de la Universidad del Magdalena.
En el Liceo Celedón donde estudió, era el campeón de las olimpiadas de ciencias naturales. Su creatividad lo llevó a prepararse como ingeniero industrial.
Luis Alberto está concretando una idea que evitará el contagio del coronavirus y por ende, salvar cientos de vidas; solo le falta un apoyo financiero.
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CIENTÍFICO ‘CRIOLLO’
Ante el avance del coronavirus y tras su llegada a Colombia, Luis empezó a trabajar y a estudiar un instrumento de desinfección de la enfermedad.
Por 15 días consecutivos este samario trabajó día y noche, haciendo cálculos y armando la cabina que destruirá cualquier rastro de coronavirus.
Empezó con tubos de pvc, luego adquirió los metales en una ferretería de la ciudad y armó el prototipo de la cabina de desinfección.
Cuando tuvo el producto final listo, ya la cuarentena estaba en marcha y le fue imposible adquirir el recubrimiento del dispositivo antiséptico.
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CABINA EN MARCHA
La cabina de desinfección funciona a través de un sistema de nebulización que elimina todo tipo de virus del cuerpo y ropa que se lleve puesta.
El invento tiene la capacidad de desinfectar 360 personas cada hora. Se arma en minutos y cumple con estándares para eliminar el coronavirus.
La clínica Mar Caribe en Santa Marta fue la primera empresa que adoptó en su estrategia institucional la cabina de este samario ante la emergencia.
Luis Alberto espera que tanto el sector publico como privado se interesen por este invento que nació en la bahía más linda de América.
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