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Crisis de basuras: Atesa y Essmar bajo control político del Concejo

Por Álvaro Quintana Mendoza
El concejal Howard Enrique Escárraga Tete le hace control político a la crisis de las basuras.

La crisis de basura en Santa Marta alcanza niveles críticos. El concejal Howard Enrique Escárraga Tete cita a Atesa y Essmar para aclarar las falencias.

La acumulación de residuos en Santa Marta ha escalado de problema de salubridad a un riesgo ambiental de mayor alcance, afectando la calidad de vida y la imagen de la ciudad. Con calles llenas de basura, malos olores y contenedores saturados, la situación se ha convertido en una muestra visible de la falta de gestión en la recolección y tratamiento de residuos.

Atesa, como empresa de recolección, y la Empresa de Servicios Públicos de Santa Marta (Essmar), interventora del contrato, han recibido críticas intensas por los atrasos en el servicio, la gestión deficiente de lixiviados y la saturación de los espacios de disposición.

Control político como respuesta a la crisis de basuras

La citación de Yolanda Victoria González Puente, gerente de Atesa, y de Isis Margarita Navarro Cera, gerente de Essmar, responde a un clamor ciudadano que exige soluciones inmediatas. El concejal Howard Enrique Escárraga Tete lideró la solicitud para que ambas funcionarias presenten explicaciones sobre las deficiencias del sistema de aseo, en particular el estado de los contenedores, el rebose de lixiviados y la reubicación del relleno sanitario de Palangana, temas de alto impacto ambiental y de salud pública. Durante inspecciones recientes, el Concejo constató la falta de mantenimiento de la infraestructura, problemas críticos en el manejo de lixiviados y la saturación de los espacios de recolección.

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Impacto del mal manejo de los residuos

El rebose de lixiviados representa una amenaza para los ecosistemas de la región. Transportados en carrotanques al relleno de Palangana, estos líquidos contaminantes han afectado los suelos y el medio ambiente local. La ubicación del relleno en una zona de reserva natural también es motivo de debate, ya que afecta áreas protegidas y plantea la necesidad urgente de reubicación para mitigar el impacto ambiental. Adicionalmente, los problemas en el uso de contenedores y el mantenimiento de dichos dispositivos generan descontento entre los habitantes, que se ven obligados a convivir con desechos que se acumulan por días en sus sectores.

Cultura ciudadana y deficiencias de recursos

La falta de cultura en el manejo de residuos es otro factor relevante en esta crisis, aunque no es el único. La falta de educación y espacios adecuados ha llevado a que los ciudadanos depositen escombros y objetos inapropiados en contenedores, saturando aún más el sistema. Esta situación es agravada por el limitado personal y recursos asignados para la recolección, lo que dificulta cubrir la demanda creciente en una ciudad en constante expansión.

VER: ¿Quién resuelve el lio de las podas entre DADSA y Atesa?

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