Dos franceses y un argentino tienen historias paralelas, nacionalidades e idiomas diferentes, pero los une una ciudad y el orgullo de ver triunfar a sus compatriotas en la final del Mundial Rusia 2018.
Bartelemy Faux y Shana Gaudin, nacidos en París (Francia) y Ariel Lacher, en Buenos Aires (Argentina), tienen dos cosas en común, el amor por Santa Marta y la dicha de haber tenido a sus embajadores en la final del Mundial.
Los europeos no ocultan su dicha, pues consiguieron su segundo título Mundial en la historia. Desde la samaria vibraron con el triunfo ‘Galo’ y aún a esta hora disfrutan la celebración final.
Los franceses en Santa Marta preparan la fiesta.
Por otro lado, en sus rostros se refleja tristeza por no estar con los suyos en el Champ de Mars o los Campos Elíseos de París, aunque dicen que con los samarios la fiesta fue mucho más grande.
Faux y Gaudin, pasan sus vacaciones en Santa Marta, se declaran fascinados por nuestra ciudad y el sentir del fútbol. “Impresionante como apoyan a Colombia acá, las personas con su camisa y ni hablar de la euforia, admirable”.
FINAL EN ‘LA SAMARIA’
Aunque la Selección ‘Gaucha’ quedó eliminada en octavos de final por su similar de Francia, el argentino, Ariel Lacher, se sintió orgulloso y representado en la gran final, por su paisano, Néstor Pitana, uno de los mejores árbitros del mundo.
“Tenemos al ‘Dios’ del fútbol mundial (Messi) y ahora en la final fuimos los campeones con el ‘10’ del arbitraje”, afirmó Lacher, con el ya conocido y característico ego de los argentinos.
Ariel Lacher, llegó hace tres años a esta capital, es propietario de una agencia de turismo y se siente como un samario más. “Después del fracaso de mi selección, no dudé en hinchar por Colombia, ustedes me abrieron las puertas”, explicó el argentino.
Desde hace varios días, ‘El Ché’ planeó reunirse con los suyos y disfrutar de un gran juego de fútbol, hinchando por Pitana, eso sí, cambiaron su típico asado por un sancocho de gallina.
FÚTBOL Y PASIÓN
Los dos europeos y el sudamericano, coinciden en un registro negativo, si bien han sido campeones del Copas del Mundo, cada selección ha perdido una final de esta cita orbital.
Los franceses sucumbieron con Italia, el partido decisivo de la Copa Alemania 2006, en la tanda de penales y con el inolvidable cabezazo de Zinedine Zidane a Marco Matterazzi.
“En aquella ocasión, la fiesta era total en el centro de París, recuerdo que estaba con unos amigos y en segundos pasamos de la alegría a la tristeza, fue un golpe duro”, dice Bartelemy Faux.
En el caso de Argentina, fueron superados por Alemania, quienes se coronaron como los mejores del mundo en Brasil 2014. “Ese día en cada cuadra de Buenos Aires, había un asado, la derrota fue como “baldado de agua”, todo quedó apagado”.
