A sus 17 años, Heinis Gulfo Palma se corona Reina Mayor del Acordeón, llevando el folclor samario a lo más alto del Festival Vallenato.
Sin pertenecer a una familia de músicos, sin un legado heredado ni un apellido de alcurnia vallenata, solo con el talento genuino que Dios le regaló, creció una niña que cambió las muñecas por una guacharaca y un acordeón. Así nació el sueño de Heinis Yulieth Gulfo Palma, una samaria quien con tan solo 17 años escribió una página memorable en la historia del folclor colombiano al coronarse Reina Mayor del Acordeón en la edición número 58 del Festival de la Leyenda Vallenata, celebrado en Valledupar.
Su historia musical comenzó a los cinco años, cuando ingresó a la Escuela Amigos del Arte en Santa Marta. Bajo la tutela del maestro Jaime Arrieta, la pequeña Heinis tomó por primera vez una guacharaca y sorprendió a todos por la destreza con la que interpretaba ritmos que parecían haber nacido con ella.
Tres años después, a los siete, su corazón quedó flechado por el acordeón. Fue amor a primera vista. Desde entonces, ese instrumento se convirtió en su compañero inseparable, una extensión de su alma, con el que ha aprendido a contar historias del Caribe a través de notas que evocan la tradición, la tierra y la emoción.
Heinis, no solo ha demostrado un talento innato, sino también una madurez musical que la distingue de sus contemporáneos. En 2024, obtuvo el segundo lugar en la misma categoría del Festival, y un año después regresó con más fuerza, más convicción y una técnica impecable que la llevó a la cima. Interpretó magistralmente los cuatro aires del vallenato —puya, merengue, son y paseo— acompañada por Sandra Arrieta en la caja y Breithe Gallego en la guacharaca.
Una familia, un sueño y una ciudad que celebra
Detrás de cada nota que emana de su acordeón hay una familia que ha sabido acompañarla con amor y entrega. Hija de Jenny Palma, ama de casa, y Henry Gulfo, soldador industrial, Heinis ha contado siempre con el respaldo de un hogar que, sin lujos ni privilegios, supo cultivar su talento con sacrificio y esperanza. Su hermana mayor, patrullera de la Policía y también músico, ha sido una fuente constante de inspiración.
Estudió en la Institución Educativa de Bonda, donde encontró su primera tribuna y una comunidad escolar que creyó en su sueño desde el principio. “En mi colegio de Bonda, mis profesores y compañeros siempre me apoyaron con rifas y actividades para poder presentarme en los festivales”, recuerda con gratitud.
Heinis Gulfo, hija de Bonda y de la Universidad del Magdalena
Hoy, Heinis cursa el primer semestre de Psicología en la Universidad del Magdalena, una carrera que eligió movida por su sensibilidad social y su deseo de comprender el alma humana. Vive en el barrio Ocho de Febrero, a pocos minutos del campus universitario, una zona que ha hecho suya en esta nueva etapa de su vida.
Aunque su corazón sigue latiendo al compás del vallenato, también vibra por la vocación de ayudar a otros. Le apasionan los libros, las conversaciones profundas y el deseo de dejar huella, no solo con su música, sino también con su humanidad. Su historia revela que el talento artístico puede convivir con el compromiso académico, y que los sueños no se contraponen, sino que se alimentan entre sí.
Un recibimiento con honores
La coronación de Heinis Gulfo ha causado un verdadero revuelo en Santa Marta. La ciudad entera se prepara para rendirle un homenaje a la altura de su hazaña. Las autoridades, las instituciones educativas, los medios locales y cientos de samarios alistan un recorrido en carro de bomberos, símbolo del honor reservado para quienes enaltecen el nombre de la ciudad. Las sirenas sonarán y las calles se vestirán de fiesta cuando Heinis Gulfo regrese con su corona, en medio de banderas, aplausos y lágrimas de alegría.
Será una celebración popular, auténtica, como lo es ella. Porque Heinis no solo ha ganado un título, ha ganado el corazón de una ciudad entera. Y lo ha hecho con humildad, disciplina y una convicción profunda de que las mujeres también pueden brillar en un género que por años fue liderado por hombres. “Exploten su talento, sigan adelante, luchen por sus sueños. Las mujeres también podemos y estamos dejando la vara alta en el folclor”, expresó con voz firme.
Su mensaje ya resuena como una bandera entre niñas, adolescentes y jóvenes que ahora se ven reflejadas en su historia, y entienden que el talento no distingue géneros ni orígenes.
Un legado femenino que crece
Heinis Gulfo ha entendido que su éxito no puede quedarse solo en los escenarios. En 2023 fue coronada Reina Profesional del Encuentro Femenino Vallenato (Evafe) y también fue Reina Aficionada del Festival Mar de Acordeones en Santa Marta. Premios que, más que trofeos, son peldaños para lograr su sueño de ser una artista integral.
Junto a Nicol Rojas, otra talentosa acordeonera y cantante, está dando forma a una agrupación femenina con la que espera romper estereotipos, conquistar nuevos espacios y demostrar que el talento femenino en el vallenato no solo existe, sino que está en auge. “Queremos que nos conozcan y que esto siga aportando a nuestra carrera musical”, afirma convencida, mientras acaricia su acordeón como si fuera una prolongación de su alma.
La historia de Heinis Yulieth Gulfo Palma es un canto de esperanza, un himno al esfuerzo y una prueba de que los sueños, cuando se trabajan con pasión, pueden volverse realidad. No es solo la Reina del Acordeón 2025. Es el orgullo de una ciudad, el ejemplo de una generación y la promesa viva de que en cada rincón del país puede nacer una estrella.
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