Exjefe paramilitar ha reconocido su responsabilidad en el asesinato, agrega un elemento importante al caso.
En la década de 2000, la violencia y la inseguridad en el país eran parte integral de la vida cotidiana de muchas regiones, Colombia enfrentaba un conflicto armado interno complejo que involucraba a grupos paramilitares, guerrillas y fuerzas gubernamentales.
El asesinato del profesor universitario Roque Morelli Zárate, se produjo en este contexto de conflicto. La fecha, 5 de septiembre de 2002, marca un trágico episodio en el que un educador fue víctima de la violencia armada.
A las 2:30 de la tarde de ese día, el decano de la facultad de Educación de la Unimag esperaba el bus cuando dos hombres a bordo de una motocicleta de alto cilindraje se acercaron y el parrillero disparó en dos ocasiones a la cabeza del educador.
Las recientes declaraciones revelan un método de operación de los paramilitares, que incluía asesinar a personas que consideraban guerrilleros, sin importar su profesión. Esto destaca la brutalidad y falta de escrúpulos en las actividades de estos grupos armados ilegales.
CONFESIÓN Y RESPONSABILIDAD
‘Jorge 40’ admitió su responsabilidad durante una diligencia de indagatoria ante la Fiscalía, aunque afirmó que el responsable directo fue el excabecilla alias ‘Hernán Giraldo’.
No obstante, asumió la dicha autoría debido a su posición como segundo comandante del Bloque Norte de las Autodefensas en el momento del crimen, por lo tanto, esta información podría ser fundamental para esclarecer la verdad detrás del asesinato.
Tovar Pupo pidió a la Fiscalía que lo acoja bajo la figura de sentencia anticipada y los beneficios correspondientes por su participación en el asesinato de Morelli.
La confesión sugiere que busca cooperar con las autoridades y podría proporcionar información valiosa en investigaciones posteriores y arrojar luz sobre la violencia paramilitar en Colombia durante ese período.
