El consumo de carne de guartinaja conlleva riesgos sanitarios y amenaza la biodiversidad. Prácticas no reguladas pueden afectar la salud humana y dañar ecosistemas.
La guartinaja (Cuniculus paca) es un roedor nocturno de gran tamaño con pelaje denso y hábitos solitarios. Este animal enfrenta diversas amenazas que ponen en peligro su supervivencia en la región, como la deforestación de su habitad natural y la caza indiscriminada para su consumo.
En las zonas rurales de la Región Caribe, es común el consumo y la venta de esta carne de monte, pues es una opción básica para el sustento de estas comunidades.
Además de ser considerada una carne de ‘lujo’, ya sea por el delicioso sabor y el distintivo gusto que le adjudican, también la nombran como una opción más ‘natural’ frente a las carnes tradicionales.
Los costos de la carne de este animal oscilan entre 26,400 a 30,000 pesos por kilogramo en restaurantes y mercados. En contraste, los cazadores ofrecen la guartinaja a 14,300 y 20,000 pesos.
¡CUIDADO CON LA CARNE DE GUARTINAJA!
El consumo de carne de guartinaja plantea riesgos para la salud humana debido a posibles afecciones transmitidas por animales salvajes como los nematodos o enfermedades zoonóticas y la falta de control sanitario.
Además, la falta de regulación en su captura y procesamiento podría aumentar el riesgo de contaminación, pues si se lleva a cabo la caza de manera indiscriminada, con métodos crueles o que amenacen la supervivencia de la especie, esto puede ser etiquetado como maltrato animal.
La sobreexplotación de esta especie contribuye a la pérdida de biodiversidad y desequilibrios en la cadena alimentaria.
Por otra parte, la caza y venta de guartinaja está regulada por la Ley 1333 de 2009 y la Resolución 1367 de 2000. Estas leyes prohíben su captura, posesión y comercio sin autorización, con sanciones legales y penales por incumplimiento.