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¿Está en el mar y las plantas desalinizadoras la solución al agua potable de Santa Marta?

por Álvaro Quintana Mendoza
plantas desalinizadoras

La Alcaldía de Santa Marta avanza en la evaluación técnica para construir dos plantas desalinizadoras, para resolver el desabastecimiento de agua potable.

Santa Marta explora una posibilidad que hasta hace pocos años era considerada lejana, obtener agua potable directamente del mar. El déficit de agua que afecta a la ciudad, prolongado por décadas, ha obligado a revisar alternativas más allá de las fuentes tradicionales, es por ello que la administración distrital, en coordinación con el Gobierno nacional, ha iniciado el proceso para evaluar e implementar sistemas de desalinización, con el fin de garantizar el suministro continuo de agua para la población.

Como parte de esa ruta técnica, el Ministerio de Vivienda extendió una invitación a la Alcaldía de Santa Marta para participar en la jornada de capacitación Aladyr en desalación, realizada en España. Esta experiencia permitió conocer de primera mano el funcionamiento de algunas de las plantas desalinizadoras más importantes de Europa, sus procesos, costos operativos y las condiciones técnicas necesarias para su implementación.

En representación del Distrito, el gerente de Infraestructura, Luis Felipe Gutiérrez, asistió a las visitas técnicas y explicó que se logró identificar el funcionamiento de cuatro sistemas de desalación en la zona de Alicante, incluyendo las plantas Alicante I y Alicante II, que juntas producen más de 122 mil metros cúbicos de agua diarios. El equipo técnico samario también visitó plantas en Mutxamel y en la Universidad de Alicante, donde se detallaron procesos clave como el uso de membranas, recuperación energética y control de impactos sobre los ecosistemas marinos.

La participación de la administración distrital en este espacio responde al interés de aplicar el conocimiento técnico adquirido al desarrollo de un proyecto local, en el caso de Santa Marta se ha planteado la construcción de dos plantas desalinizadoras: una para atender la demanda de la zona urbana principal y otra para el corregimiento de Taganga., ambas están en etapa de prefactibilidad, fase que incluye estudios técnicos, ambientales y financieros que permitirán definir su viabilidad.

La gestión de este proyecto es adelantada por el Ministerio de Vivienda, con acompañamiento de la Superintendencia de Servicios Públicos, la Comisión de Regulación de Agua Potable y el Viceministerio de Agua y Saneamiento Básico, en coordinación con la Alcaldía, y su objetivo es superar el esquema actual de abastecimiento, que en muchas zonas depende de carrotanques o de fuentes subterráneas no reguladas, con altos costos para los hogares y riesgo de calidad en el suministro.

El presidente Gustavo Petro, en un reciente consejo de ministros, se refirió directamente al caso de Santa Marta, donde indicó que el problema central de la ciudad no es técnico, sino estructural, y que la falta de agua potable ha sido aprovechada por redes de distribución informal que han frenado o condicionado soluciones duraderas. En su intervención, el mandatario nacional instó a acelerar la instalación de plantas desalinizadoras para atender la demanda urbana y cerrar espacios a esos esquemas de reparto de agua por carrotanques.

Plantas desalinizadoras, financiamiento y articulación

El proyecto de desalinización toma fuerza dentro del Plan de Desarrollo “Santa Marta 500 Más”, que prioriza el cierre de brechas históricas en infraestructura básica. Según las proyecciones oficiales, la ciudad superará el millón de habitantes en los próximos años, por lo que se requiere una fuente de agua estable, con capacidad de adaptación al crecimiento poblacional y la expansión urbana. Las fuentes tradicionales ya no son suficientes para cubrir la demanda en épocas críticas y el cambio climático representa un factor de presión adicional sobre los ríos que abastecen el acueducto actual.

La implementación de plantas desalinizadoras no es inmediata, toda vez que su proceso incluye diseño, licenciamiento ambiental, contratación, construcción y operación, pero el conocimiento técnico obtenido en la capacitación internacional y el avance en los estudios de prefactibilidad permiten establecer una hoja de ruta concreta. El Distrito busca asegurar que los contratistas, interventores y operadores cuenten con criterios técnicos definidos desde el inicio para garantizar eficiencia, sostenibilidad y cumplimiento normativo.

El uso de tecnología de desalinización ha demostrado resultados positivos en regiones con condiciones similares a las de Santa Marta, lo clave será adaptar esa experiencia a las características locales, asegurar fuentes de financiamiento y articular la operación de las plantas con la red actual de distribución.

Si los estudios en marcha confirman la viabilidad del proyecto, la ciudad estaría en condiciones de avanzar hacia una fuente estable de agua potable, con menor dependencia de intermediarios, mayor control institucional y cobertura ampliada.

La respuesta a si Santa Marta encontrará su solución en el mar ya no es hipotética, es una posibilidad en evaluación, con respaldo técnico, acompañamiento nacional y una administración que ha empezado a tomar decisiones sobre el camino que debe seguir.

VER: agua potable santa marta

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