Con una tasa de informalidad que supera el 64 %, estas marcas llegaron durante el último año para abrir sus puertas y empujar una economía local que ha sido pauperizada en los últimos ocho años.
Durante este año, ante la inestabilidad del dólar, el país ha tenido que despedirse de compañías multinacionales como GAP, Philip Morris y Forever 21.
Este no es el caso de Santa Marta que, a diferencia del panorama a nivel nacional, ha podido abrirle las puertas a nuevas empresas nacionales e internacionales.