Con un mensaje directo en redes sociales, el movimiento de Carlos Caicedo encendió motores rumbo a la elección de Gobernador.
Con un mensaje directo y, tal vez, provocador en las redes sociales, el movimiento político de Carlos Caicedo activó formalmente su maquinaria electoral de cara a las elecciones atípicas para la Gobernación del Magdalena. El llamado es contundente y sin ambigüedades: «Vota por el que diga Caicedo».
Esta consigna se convirtió en la piedra angular de una estrategia política que busca reafirmar su hegemonía, incluso antes de que la Registraduría Nacional del Estado Civil publique el cronograma oficial de los comicios.
La frase, acompañada del lema «Santa Marta es territorio caicedista» , marca el inicio de la operación. Esta táctica no solo apela a la lealtad de sus bases, sino que también subraya la disciplina vertical de una de las fuerzas políticas más organizadas y efectivas del Caribe colombiano.
El mensaje es una declaración de intenciones: el caicedismo no cederá su espacio de poder sin una intensa disputa, y utilizará su estructura probada para movilizar a sus seguidores en torno a la candidatura que su líder designe.
Una organización con un historial de victorias
En los últimos 13 años, el caicedismo ha demostrado ser una fuerza electoral formidable, logrando más de una docena de credenciales en diferentes niveles de gobierno: desde el Congreso de la República hasta la Gobernación, la Asamblea Departamental y el Concejo de Santa Marta. Esta capacidad de conquista territorial ha sido el sello de un movimiento que ha capitalizado el descontento local y ha construido un sólido caudal de votos.
La lista de triunfos es extensa y evidencia el alcance de su dominio: la Gobernación en dos periodos con Carlos Caicedo y Rafael Martínez, y la Alcaldía de Santa Marta en tres ocasiones con Caicedo, Martínez y Virna Johnson.
A esto se suman curules en la Asamblea y el Concejo, consolidando un mapa de poder en el territorio. Más recientemente, el movimiento retuvo la Gobernación con más de 300 mil votos, consolidando su posición como el referente de la izquierda en el Magdalena y demostrando una capacidad de movilización inigualable en la región.
El reto jurídico y político de Carlos Caicedo
El llamado de «votar por el que diga Caicedo» no es casual, pues responde a un desafío jurídico específico: el movimiento Fuerza Ciudadana, fundado por Carlos Caicedo, no cuenta con personería jurídica, lo que le impide otorgar avales directos. Ante este escenario, el movimiento explora dos rutas: buscar el respaldo de un partido con personería o recolectar firmas a través de un grupo significativo de ciudadanos, y es ahí donde se disminuye la figura de Fuerza Ciudadana y se resalta la de Caicedo o por el que señale.
La publicación del calendario electoral por parte de la Registraduría será clave para definir la estrategia final. Sin embargo, la opción de la recolección de firmas parece ser la más viable para garantizar la participación del candidato que sea finalmente «el ungido».
Una estructura vertical en busca del «ungido»
La organización política de Carlos Caicedo, se distingue por su estructura jerárquica y disciplinada. Las decisiones clave se toman en la cúpula, donde el liderazgo de Caicedo es incuestionable. La militancia y los simpatizantes ahora esperan conocer al candidato que será designado para asumir el cargo de Gobernador hasta el 31 de diciembre de 2027.
Entre los nombres que se barajan en los círculos internos se encuentran figuras cercanas al movimiento, como Ingrid Aguirre, congresista; Margarita Guerra, diputada; Efraín Vargas, concejal de Santa Marta; y Jorge Agudelo, quien recientemente disputó la Alcaldía de Santa Marta. Cualquiera de ellos podría ser el elegido para llevar las banderas del movimiento en la contienda.
Existen otros nombres que, esperan decisiones desde el marco jurídico para ver si les alcanza, pero parece casi que imposible, sin embargo, hay que estar preparados, como el caso de Virna Jonhson y el mismo Rafael Martínez.
Luces y sombras en el historial caicedista
A pesar de sus éxitos electorales, el historial del caicedismo también está marcado por reveses jurídicos y políticos. En las pasadas elecciones, el candidato Jorge Agudelo, levantado por Fuerza Ciudadana, obtuvo una victoria anulada en las urnas frente a Carlos Pinedo, tras una decisión judicial que lo descalificó.
Además, el movimiento se ha enfrentado a múltiples procesos judiciales. El más notable involucró a Rafael Martínez y al propio Carlos Caicedo, quienes fueron detenidos en 2017 por presuntas irregularidades en contratos de infraestructura, aunque posteriormente fueron liberados por vicios de forma.
El caso más reciente y contundente fue la anulación de la elección de Rafael Alejandro Martínez como Gobernador, debido a que el Consejo de Estado encontró que incurrió en doble militancia , al apoyar a candidatos de un partido distinto al que le otorgó el aval.
A esto se suma la reciente anulación de la curul del diputado Rafael Noya, también por doble militancia, lo que subraya la fragilidad legal que ha acompañado a la consolidación del poder del caicedismo.
Un escenario con miras nacionales
La activación del movimiento en el Magdalena trasciende el ámbito regional. El caicedismo entiende que estas elecciones atípicas son un laboratorio político crucial de cara a las próximas contiendas presidenciales y legislativas. La gobernación interina se convierte en un objetivo estratégico para fortalecer su estructura, proyectar nuevos liderazgos y consolidar su peso en el panorama nacional de la izquierda.
La consigna «vota por el que diga Caicedo» encapsula un doble propósito: por un lado, solventa la falta de personería jurídica de Fuerza Ciudadana, y por otro, reafirma el liderazgo personal e incuestionable de su fundador. En un contexto político donde la izquierda busca consolidar espacios en el país, el Magdalena es visto como un bastión que no pueden permitirse perder.
El caicedismo demuestra una vez más que tiene una capacidad de movilización probada. Aunque el candidato no está definido, el peso de la decisión recae exclusivamente en Carlos Caicedo, quien desde la cúspide de la organización designará al aspirante.
La contienda por la Gobernación del Magdalena ya tiene un actor en plena marcha. La incógnita es si su poder acumulado se mantendrá intacto en las atípicas, o si la oposición logrará articularse para disputar su hegemonía.
VER: Petrismo en Magdalena va junto, pero no revuelto con el caicedismo
Durante años quisieron callar a @carlosecaicedo con montajes y persecución, pero no pudieron.
— Margarita Guerra (@mmarguiguerra) September 6, 2025
La JEP desenmascara la violencia política de quienes temen al cambio. Este triunfo es del pueblo que resiste y no se arrodilla.
Seguimos en pie de lucha, con más fuerza que nunca. https://t.co/raKBoSl7wu