Estas madres que ahora son Tecnólogas en Atención a la Primera Infancia aportarán con sus conocimientos al tejido social y educativo de sus comunidades.
La Universidad del Magdalena tituló a 47 Tecnólogas en Atención Integral a la Primera Infancia, gracias a un convenio de cooperación suscrito entre la Alma Mater y los municipios de Santa Ana y Pijiño del Carmen. Una alianza que sin duda alguna marca un hecho histórico.
Pues dicha cooperación se dio en un marco de colaboración, integrado por líneas estratégicas, para mejorar las condiciones de vida de mujeres emprendedoras, quienes a lo largo de los años han venido trabajando por la infancia en esta parte del territorio.
Lo que busca la institución a través del Centro para la Regionalización de la Educación y la Oportunidades- CREO, con estas acciones es aportar a la transformación social, económica y cultural de la región, mediante una constante actividad social, académica, investigativa y tecnológica.
La ceremonia de graduación, realizada en el Municipio de San Ana, estuvo presidida por el licenciado magíster Wilson Velásquez Bastidas, director del CREO, con la presencia de directivos universitarios, alcaldes municipales y gestoras sociales.
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UN TESTIMONIO DEL PODER TRANSFORMADOR
Neudys Jiménez López, quien a sus 63 años logró el título como Tecnóloga en Atención Integral a la Primera Infancia, manifestó, “recibo este título con un gran orgullo, definitivamente no hay edad para estudiar, el estudio es la llave que abre la inteligencia por eso debemos capacitarnos para ser mejores seres humanos”.
“Quiero darles las gracias a Dios, a nuestro alcalde por su aporte incondicional, a mi familia y a la Universidad del Magdalena por abrirnos las puertas para materializar un gran sueño que habíamos esperado por años”, expresó Neudys.
Los discursos emotivos y las muestras de gratitud marcaron esta ceremonia, donde se reconoció el compromiso inquebrantable de las nuevas tecnólogas, con la educación y el bienestar de los más pequeños.
El logro de cada una de las graduadas se transforma en una valiosa contribución al tejido social y educativo de sus comunidades. Esta graduación es un testimonio del poder transformador de la educación y la dedicación hacia el cuidado y desarrollo de la primera infancia.
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