La retención ilegal de Melissa Martínez García puso en la retina pública la oscura figura de Jhon Jairo Esquivel Cuadrado alias ‘El Tigre’, el comandante paramilitar que fue mano derecha de Jorge 40, que tras su desmovilización delinquió con sus antiguos enemigos: los guerrilleros de las Farcy el Eln y se camufló como instructor de gimnasio.
Se llama Jhon Jairo Esquivel Cuadrado y su alias es ‘El Tigre’ por la fiereza como siempre actuó en contra de sus víctimas quienes lo califican como despiadado y sanguinario.
Con 20 años, hizo parte de las nacientes estructuras paramilitares en Tolima que se fusionaron con las estructuras que, en el Caribe, estuvieron al mando de Carlos Castaño.
No ha tenido pelos en la lengua para aceptar su prontuario e incluso justificarlos. Así quedó en evidencia cuando en 2007 en Barranquilla, confesó crímenes ante sus víctimas.
Participó en el asesinato de siete agentes del CTI que ultimó porque supuso que auxiliaban a la guerrilla y de 400 personas que eliminó en 13 masacres de las que hizo parte.
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FALSA DESMOVILIZACIÓN
Antes de su captura, Esquivel Cuadrado era un reinsertado que se ganaba la vida como instructor de gimnasio; fachada donde escondía el manejo de su estructura criminal.
Las autoridades estiman que siempre añoró su cargo como comandante del Frente Juan Andrés Álvarez del Bloque Norte paramilitar y por eso decidió actuar de forma soterrada.
Delinquió bajo el amparo de la Ley de Justicia y Paz concretando compra y venta de armamento y cocaína con sus antiguos enemigos: los guerrilleros de las Farc y el Eln.
En síntesis, el secuestrador de Melissa Martínez García, sobrina del fallecido Premio Nobel Gabriel García Márquez, fue juez y verdugo con un alma sádica e implacable.
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