Corales de las especies Acropora palmata y Acropora cervicornis, en peligro crítico de extinción, hacen parte de las especies de corales sembradas.
Actualmente, se han sembrado en el fondo marino de las playas de Inca Inca más de 40.280 fragmentos, en 3 guarderías de coral tipo árbol, mesa y tendedero; gracias al trabajo articulado entre la Corporación Autónoma Regional del Magdalena -Corpamag y el Acuario del Rodadero.
Y el apoyo de Instituciones, pescadores y jóvenes estudiantes de la Universidad del Magdalena y la Universidad Jorge Tadeo Lozano, que luchan por la restauración de los ecosistemas de arrecife de coral que se han deteriorado con el paso del tiempo.
Pero sin duda los miembros más importantes de esta alianza son los pescadores que anteriormente realizaban sus faenas en las áreas donde se encuentran las guarderías de coral, y ahora son capacitados en buceo, restauración de ecosistemas de coral y son ellos quienes están instalado las guarderías.
Cabe mencionar que los corales de la zona costera del departamento del Magdalena han sufrido un deterioro avanzado que enciende las alarmas; el 90% de los arrecifes están deteriorados y amenazados por diversos factores como los vertimientos, las anclas, el fondeo y arrastre de embarcaciones.
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LOS CORALES
Los corales son pequeños animales, llamados pólipos, con forma de mini conchas que pueden formar colonias. Estos pólipos forman un esqueleto común que para algunas especies se convierte en la base de un arrecife de coral. Hay corales solitarios, coloniales, constructores de arrecifes, corales blandos, falsos corales
Los arrecifes de coral están formados por una multitud de especies de coral que, en conjunto, forman un ecosistema, es decir, un entorno natural muy específico compuesto por diferentes plantas y animales. Sirven de refugio, reserva de alimentos y guardería para sus numerosos habitantes: desde las algas más pequeñas hasta numerosos peces e invertebrados.
Los corales son extremadamente frágiles y vulnerables al cambio climático. Cuando las aguas se calientan demasiado, los corales expulsan microalgas que les dan color y se tornan blancos.
Si la decoloración se prolonga o sucede con una frecuencia que no les permite recuperarse, los corales mueren. Es entonces cuando las algas toman su lugar. Esa vegetación se ha incrementado un 20 % en la última década.
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