Durante el último año ‘Tasajerito’, ha estado en compañía de dos manatíes que también fueron rescatados por el único Centro de Rescate Marino en Colombia.
Hace dos años, en el sector conocido como La Barrita del Caimán, en la Ciénaga Grande de Santa Marta, un grupo de pescadores de Tasajera, Magdalena, encontraron a un neonato de manatí del Caribe, en una condición de debilidad extrema y sin la presencia de su madre.
De inmeadiato, fue entregado a la Corporación Autónoma Regional de Magdalena, Corpamag para su protección y la entidad activó la Red de Varamientos de Mamíferos Acuáticos para atender el caso. Al mismo tiempo, inició la búsqueda de la madre de este neonato.
Sin embargo, luego de 36 horas de exploración no se evidenció su presencia. Por tanto, se declaró a este ejemplar como huérfano, y bautizado ‘Tasajerito’ un nombre que busca generar conciencia y apropiación por parte de los pescadores que habitan en la Ciénaga Grande.
Durante su proceso de recuperación y rehabilitación, estuvo cinco meses en el Acuario Mundo Marino gozando de agua dulce donde los estudiantes de Biología Marina de la Universidad Jorge Tadeo Lozano, con la orientación de la Fundación Omacha, trabajaron con mucho amor en sus cuidados.
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¡EL MAGDALENA CELEBRA LA VIDA DE TASAJERITO!
Debido a los desafíos de su recuperación, se decidió regresar a ‘Tasajerito’ a las instalaciones del Acuario Rodadero, mientras cumple su proceso de rehabilitación. Se estima que necesitará cuidados humanos hasta aproximadamente los 2 años y medio, cuando terminé su periodo de lactancia.
Hoy, ‘Jerito’, como cariñosamente le llaman sus cuidadores, celebra su segundo año de vida. Con satisfacción se puede decir, que ha superado con éxito sus momentos más críticos y se encuentra en una fase de aprendizaje para ser cada vez más independiente.
Durante el último año ha estado en compañía de dos manatíes, Miguelito y Ciruelo que igualmente fueron rescatados por el único Centro de Rescate Marino en Colombia. Hoy también se puede decir que son mejores amigos, nadan y juegan juntos en un recinto semi-abierto en el mar.
Para la autoridad ambiental del Magdalena y la Red de Varamientos de Mamíferos Acuáticos, la historia de ‘Tasajerito’ es un recordatorio conmovedor de la importancia de la conservación marina, y la dedicación de la comunidad magdalenense en la protección de nuestra biodiversidad.
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