Seis personas con discapacidad cumplieron su sueño de ser profesionales para contribuir a la transformación del territorio.
En las recientes ceremonias de graduación de la Unimagdalena, sobresalieron historias de vida ejemplares: tres personas con discapacidad auditiva, dos personas con discapacidad visual y una persona con discapacidad física alcanzaron su título profesional.
Entre los destacados graduados se encuentra Jorge Rolón Arregocés, quien recibió el título de abogado a sus 55 años de edad. Rolón perdió la totalidad de la vista y decidió que debía apoderarse de los derechos y trabajar por la situación de su población.
“La discapacidad no está en mí sino en el entorno social. Gracias a la Universidad porque está brindando estos espacios”, aseguró Jorge Rolón, quien además de superar su discapacidad, creció profesionalmente; pues, trabajó en el área de tránsito, oficios varios y hoy ya es abogado.
Además, Jorge Rolón demostró que las fronteras físicas tampoco existen para él: tanto así que fue beneficiario de los convenios de intercambio internacional de la Universidad y cursó un semestre académico en la Universidad de Valladolid, en España.
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UN LEGADO DE INCLUSIÓN
Darlys Cervantes Camargo, una joven con discapacidad auditiva que, una vez convertida en licenciada en Educación Infantil, afirmó que trabajará por la inclusión en la educación primaria a través de nuevos proyectos en comunidades vulnerables.
“La Universidad me apoyó porque me dio la oportunidad de estudiar con el 90 % de descuento. Cuando llegué a la Universidad noté apoyo porque había una educación inclusiva”, relató agradecida por el acompañamiento integral y el éxito de su trayectoria.
Darlys Cervantes Camargo, joven con discapacidad auditiva, se convirtió en licenciada en Educación Infantil.
Entre palabras de agradecimiento y amor, los graduados dedicaron este gran logro a sus padres y a sus familiares, quienes fueron parte fundamental para realizar su formación académica.
Rosamary Rolón, hija de Jorge Luis Rolón Arregocés, manifestó: “es una dicha muy grande porque él hace esto para que nosotros veamos que sí se puede, que no hay obstáculos para nada en la vida y que lo que uno se proponga lo puede lograr”.
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