Un alarmante incidente ha conmocionado a la comunidad educativa de Santa Marta, luego de que una menor de 14 años fuera hospitalizada de urgencia tras ingerir, por error, un potente medicamento psiquiátrico durante su jornada escolar en el colegio Liceo del Norte. Petra Martínez, abuela de la adolescente afectada, reveló que su nieta presentó un fuerte dolor de cabeza mientras estaba en clases y le pidió a una compañera de estudios una pastilla que creía era acetaminofén. Sin embargo, lo que la joven recibió fue clozapina, un fármaco utilizado en pacientes con esquizofrenia, lo que provocó una severa intoxicación.
El medicamento, cuyo uso está estrictamente regulado y debe ser prescrito por especialistas para tratar condiciones psiquiátricas graves, tuvo un impacto devastador en la salud de la menor. Al poco tiempo de ingerir la pastilla, la estudiante perdió el conocimiento y comenzó a presentar síntomas alarmantes, lo que obligó a los directivos del colegio a trasladarla de urgencia a un centro asistencial cercano. Según familiares, la situación fue crítica, ya que la menor tuvo que ser reanimada por el personal médico al llegar al hospital.
Petra Martínez detalló que su nieta estuvo «entre la vida y la muerte» a causa de la ingesta del medicamento. La rápida intervención médica permitió estabilizarla, y actualmente la menor se encuentra fuera de peligro, aunque sigue en observación para monitorear posibles secuelas.
Investigación policial y hallazgo de más pastillas
Una vez las autoridades fueron notificadas del incidente, agentes de la Policía de Infancia y Adolescencia se desplazaron al colegio para iniciar las investigaciones correspondientes. Durante la inspección, los oficiales realizaron una requisa a la menor, encontrando en su poder varias pastillas adicionales, las cuales están siendo analizadas para determinar si también corresponden a medicamentos psiquiátricos.
Este hallazgo ha generado una gran preocupación, ya que medicamentos como la clozapina son de venta controlada y su uso indebido puede tener consecuencias graves para la salud. Las autoridades están investigando cómo la estudiante tuvo acceso a un medicamento tan peligroso y si existe una red de distribución dentro del colegio.
El hecho ha encendido las alarmas sobre la necesidad de reforzar los controles en las instituciones educativas para evitar que sustancias de este tipo puedan circular entre los estudiantes. Aunque se trata de un caso aislado, la comunidad educativa exige medidas inmediatas para prevenir futuros incidentes.
Poco acompañamiento
A pesar de la gravedad de lo ocurrido, hasta el momento no ha habido un pronunciamiento oficial por parte de las autoridades locales, como la Secretaría de Educación o el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar -ICBF. La falta de respuestas por parte de estas instituciones ha generado indignación entre los familiares de la menor y la comunidad en general, quienes consideran que el silencio institucional agrava la situación y pone en riesgo la integridad de otros estudiantes.
La Policía de Infancia y Adolescencia, por su parte, ha brindado acompañamiento a la menor y su familia, pero aún no se conocen detalles sobre las acciones legales que puedan derivarse de este incidente. Los padres de la menor han expresado su preocupación por la falta de medidas preventivas en el colegio y esperan que se realicen controles más estrictos para evitar que situaciones similares vuelvan a ocurrir.
Un llamado a la acción
La familia de la estudiante afectada hace un llamado urgente a las autoridades competentes para que se investigue a fondo este caso y se tomen las medidas necesarias para evitar que otros niños puedan verse involucrados en incidentes similares. La abuela de la menor, Petra Martínez, señaló que es inaceptable que medicamentos controlados circulen de manera tan libre en un entorno escolar.
«Mi nieta pudo haber muerto por culpa de una pastilla que no debió haber estado en manos de otro estudiante. Esto es muy grave y exigimos respuestas», declaró Martínez, visiblemente afectada por lo sucedido.
Mientras se espera un pronunciamiento oficial por parte de la Secretaría de Educación y el ICBF, la comunidad educativa y los padres de familia se mantienen alerta ante lo que consideran una situación de gran riesgo para los estudiantes del Liceo del Norte. Este caso ha puesto en el centro del debate la responsabilidad de las instituciones educativas en garantizar la seguridad y el bienestar de sus alumnos.
Hasta el momento, la menor se encuentra en proceso de recuperación, pero el trauma vivido ha dejado una profunda preocupación en su entorno familiar y escolar. Las autoridades continúan con las investigaciones para esclarecer cómo el medicamento llegó a manos de la estudiante y quiénes son los responsables de su distribución.
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