La baja en el recaudo de impuestos representa un desafío importante para la administración de Carlos Alberto Pinedo Cuello.
La Alcaldía de Santa Marta enfrenta una preocupante crisis financiera debido a la marcada disminución en el recaudo de impuestos, principalmente el predial y el de industria y comercio, que constituyen sus principales fuentes de ingreso.
Este fenómeno, que afecta directamente la capacidad del Distrito para financiar proyectos esenciales de infraestructura, salud, educación y seguridad, ha generado serias alarmas en la administración local.
El secretario de Hacienda del Distrito, Gonzalo Gutiérrez Diazgranados, ha sido contundente en sus declaraciones al advertir que la falta de capacidad de pago de los samarios ha provocado una caída significativa en los ingresos tributarios, lo que podría comprometer la sostenibilidad financiera de la ciudad si no se toman medidas urgentes.
Caída del recaudo de impuestos: un golpe a la estabilidad fiscal
El descenso en el recaudo de impuestos, en especial del predial y el de industria y comercio, ha sido una constante en los últimos meses. Según datos oficiales, los ingresos tributarios, que constituyen alrededor del 22 % del presupuesto anual del Distrito, han experimentado una reducción de aproximadamente el 15 % respecto al mismo periodo del año anterior. Este decrecimiento afecta gravemente la capacidad de la Alcaldía para cumplir con sus compromisos financieros y realizar inversiones estratégicas en áreas prioritarias.
El impuesto predial, que grava la propiedad de bienes inmuebles, ha sido uno de los más afectados. La recesión económica, sumada a la crisis inmobiliaria y la dificultad de muchas familias samarias para cumplir con sus obligaciones tributarias, ha hecho que el nivel de morosidad en este rubro se dispare. El resultado es una brecha cada vez mayor entre las proyecciones presupuestarias y los ingresos reales del Distrito.
Por otro lado, el impuesto de industria y comercio, que recae sobre las actividades comerciales y empresariales, ha visto una baja considerable debido a la disminución de la actividad económica, particularmente en sectores clave como el turismo, los servicios y el comercio al por menor, que han sido duramente golpeados por la desaceleración económica.
Impacto en la inversión social y los servicios públicos
La crisis de recaudos no solo afecta las finanzas del Distrito, sino que tiene un impacto directo en la calidad de vida de los ciudadanos. Menores ingresos implican menos recursos para invertir en proyectos sociales y en la mejora de los servicios públicos esenciales. La Alcaldía de Santa Marta ha advertido que, sin una mejora sustancial en el recaudo, será difícil mantener los niveles actuales de inversión en sectores críticos como la salud, la educación y la seguridad.
El presupuesto para 2024, presentado por la Alcaldía al Concejo Distrital, incluye un total de un billón de pesos, destinados a financiar las operaciones del Distrito. De este monto, 226 mil millones de pesos corresponden a los ingresos tributarios y no tributarios, una cifra que actualmente está en riesgo debido a la baja en los recaudos. Estos recursos son fundamentales para llevar a cabo proyectos de inversión priorizados, como el Plan de Choque de agua potable y saneamiento básico, y para cubrir las necesidades básicas insatisfechas de gran parte de la población samaria.
Medidas urgentes: emplazamientos y ajustes fiscales
Ante esta situación, la administración distrital ha decidido actuar con celeridad. Una de las primeras medidas será la implementación de procesos de emplazamiento a los contribuyentes del impuesto de industria y comercio que no han cumplido con sus obligaciones. El objetivo es recuperar parte de los ingresos perdidos y reducir la alta tasa de morosidad que actualmente afecta las finanzas locales.
Adicionalmente, el Distrito planea fortalecer la gestión tributaria a través de la modernización de sus sistemas de cobro y la promoción de una cultura de pago entre los ciudadanos. “Es necesario que los samarios comprendan la importancia de cumplir con sus impuestos para garantizar el desarrollo de la ciudad”. Señaló Gonzalo Gutiérrez Diazgranados en una reciente intervención ante el Concejo de Santa Marta.
En cuanto al presupuesto 2024, el secretario de Hacienda destacó que, pese a las dificultades, la administración está trabajando en operaciones de crédito que permitan financiar parte de los proyectos esenciales. Entre los más importantes figuran las inversiones en agua potable y el mejoramiento de la infraestructura educativa, que demandan gran parte de los recursos que se proyectan en los ingresos del próximo año.
La falta de recaudos en cifras
El informe presentado por la Secretaría de Hacienda revela que los ingresos por el impuesto predial cayeron en un 12 % en el primer semestre de 2024, mientras que el impuesto de industria y comercio tuvo una disminución del 18 %. Estas cifras alarmantes son el reflejo de un entorno económico adverso que afecta tanto a las empresas como a los ciudadanos comunes.
El sector turístico, una de las principales fuentes de ingresos de Santa Marta, ha sido uno de los más golpeados. La disminución en la llegada de turistas, agravada por la incertidumbre económica global y las restricciones a la movilidad impuestas durante la pandemia, ha reducido drásticamente los ingresos por actividades relacionadas con el comercio y los servicios, que aportan una parte significativa del impuesto de industria y comercio.
Por otro lado, las pequeñas y medianas empresas, que representan el grueso del tejido empresarial de Santa Marta, han enfrentado una serie de desafíos económicos que han afectado su capacidad para mantenerse operativas. Muchas de ellas han optado por reducir sus actividades, lo que ha provocado una caída en la base imponible de los impuestos locales.
Alternativas y propuestas para enfrentar la caída
Frente a este panorama, el Distrito ha planteado una serie de alternativas para hacer frente a la crisis fiscal. Entre ellas, se propone la atracción de inversión extranjera y el fomento del emprendimiento local como mecanismos para ampliar la base impositiva y generar más ingresos a través del impuesto de industria y comercio.
La administración también ha señalado la posibilidad de buscar nuevas fuentes de financiación a través de alianzas público-privadas, que permitan ejecutar obras de infraestructura sin depender exclusivamente de los recursos locales. Este modelo ha sido exitoso en otras ciudades del país, y Santa Marta podría beneficiarse de su implementación en áreas clave como el transporte y el desarrollo urbano.
Asimismo, se ha discutido la necesidad de reformar el sistema de gestión tributaria, adoptando herramientas tecnológicas que mejoren la eficiencia en el cobro de impuestos y reduzcan la evasión fiscal. La digitalización de los procesos de pago y la creación de incentivos para los contribuyentes que cumplan puntualmente con sus obligaciones son algunas de las propuestas en las que está trabajando la Secretaría de Hacienda.
¡Atención contribuyentes! 📢 Si aún no has declarado el impuesto de Industria y Comercio, es momento de ponerte al día. Desde el área de Fiscalización de la Dirección de Rentas, hemos lanzado el Programa de Omisos, una oportunidad para regularizar tu situación.💡 pic.twitter.com/1z3FySBpln
— Secretaría de Hacienda de Santa Marta (@haciendastamta) October 7, 2024
Contexto normativo y antecedentes
La Ley 136 de 1994, que rige a los municipios colombianos, establece que las alcaldías tienen la facultad de imponer y recaudar impuestos locales, como el predial y el de industria y comercio, para financiar sus operaciones y proyectos de inversión. Sin embargo, la capacidad de recaudo de los municipios depende en gran medida de la situación económica de sus habitantes y empresas, lo que en tiempos de crisis puede comprometer seriamente las finanzas locales.
En Santa Marta, la situación actual tiene antecedentes en la crisis financiera que la ciudad enfrentó a principios de la década pasada, cuando la baja en el recaudo de impuestos y la falta de planeación llevaron a un déficit fiscal que casi paraliza las operaciones del Distrito. La actual administración se ha propuesto evitar que esa situación se repita, pero los retos son grandes y requerirán una respuesta coordinada entre el gobierno local, el sector privado y la comunidad.
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