Dagoberto Ospina Ospina, gerente de la Empresa de Desarrollo y Renovación Urbano Sostenible de Santa Marta -EDUS-; partiría del caicedismo.
Entre los empleados de la Alcaldía, está circulando un secreto a voces sobre Dagoberto Ospina Ospina: ¡el caicedismo ya no lo quiere más como uno de sus integrantes!
Todas las versiones indican que el gerente de la Empresa de Desarrollo y Renovación Urbano Sostenible de Santa Marta -EDUS-; sería despedido.
Dagoberto Ospina Ospina ya no tiene ningún defensor entre sus jefes.
Fuentes ‘off the record’ le contaron a www.codigoprensa.com que la candidata a reemplazarlo es Carmen Patricia Caicedo Omar, hermana del hoy gobernador.
La sustituta es en la actualidad directora del Departamento Administrativo Distrital del Medio Ambiente de Santa Marta -DADSA- y alfil principal del Clan Caicedo.
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A BUSCAR LOS VOTOS
En el preludio de las campañas al Congreso en marzo de 2021, manejar el multimillonario presupuesto de la EDUS es clave para todo el caicedismo.
Esta entidad tiene plata metida en las obras de los camellones de La Bahía y El Rodadero, las intervenciones en la Carrera 19 y las iniciativas del programa Mi Calle.
Dagoberto Ospina Ospina es otro funcionario ‘desechable’ del caicedismo.
La razón detrás de este ‘movimiento de fichas’ estaría sustentado en una realidad: Dagoberto Ospina Ospina no tiene como ponerle votos a los ‘candidatos naranjas’.
Al gerente de la Empresa de Desarrollo y Renovación Urbano Sostenible de Santa Marta -EDUS-; se le valora como hombre técnico pero se le desprecia como político.
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RECURSOS Y EXPOSICIÓN
Además de la búsqueda del electorado suficiente para alcanzar curul, es necesario asegurar los recursos para el financiamiento de las campañas.
Esto implica la manipulación de lo contrato, como es el caso de los $15.000 millones del Camellón de La Bahía, además de lograr mucha exposición pública.
Dagoberto Ospina Ospina se quedó solo como miembro del Clan Caicedo.
Dagoberto Ospina Ospina se convirtió en un ‘peso muerto’ en los planes políticos de sus jefes a pesar de que algunos de sus resultados es de lo poco para mostrar.
Sus subalternos, temerosos de las represalias, sienten injusto, como se dice en términos populares, que el diablo le pague así a quien bien le ha servido.
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