El 1-1 con Quindío, oculta el crecimiento del plantel desde aquel fatídico 4-0 ante Llaneros. Como un carro, el equipo se regulariza, poco a poco.
Sincronizar un vehículo permite lograr más y mejor rendimiento en su potencia, además de que aporta un significativo ahorro en lo más costoso: el combustible.
Hacer que coincida todo el sistema del carro, implica un proceso de ajuste de diferentes piezas de la máquina que mejoran el funcionamiento del motor.
¡El Unión Magdalena está en proceso de sincronización! La puesta a punto del equipo requiere que se ejecuten tareas de cambio y ajuste de algunos elementos.
La derrota, el triunfo y el empate de los tres primeros partidos, son sofismas que no permiten percibir ‘la sensación de crecimiento’ porque manda el ‘Dios resultado’.
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CRECIMIENTO CONCEPTUAL
Parece obvio, pero no todo el mundo entiende: “Para muchos, el fútbol se juega con los pies. Para mí, se hace con la cabeza y se usan los pies”. Dijo Johan Cruyff.
La única forma de hacer experiencia en la vida, es aprendiendo de las equivocaciones. ¡En la humanidad no hay nadie infalible! Fallar no es un problema.
Nuestro técnico, Carlos Alberto Silva Socarrás, lo que tiene es inteligencia, y no descansará hasta lograr que sus discípulos ‘jueguen con ella, usando los pies’.
Insisto algo ya dicho: ¡primero son seres humanos y después, futbolistas!, ¿pero saben qué?, ¡son buenos futbolistas!, ¡su pasado los avala!; eso no se puede desdeñar.
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ÚLTIMO MINUTO
Unión Magdalena 1 – Quindío 1; nos reveló que crecimos en lo conceptual y seguimos con un pasivo en el afianzamiento de los comportamientos tácticos.
El equipo ha logrado tener posesión prolongada del balón pero una notable falta de profundidad; hay que intensificar la adaptación a las conductas del juego pretendido.
El plantel fue sólido en defensa, ganó la mayoría de los duelos planteados en el partido; sin embargo, no generó juego interior ni filtración de pelotas entre línea.
Los carros se sincronizan cada 15.000 o 30.000 kilómetros, eso recomiendan los expertos; el Unión Magdalena lo está haciendo, partido tras partido… ¡paciencia por favor!
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