La hija de Aury Estela, recuerda que hace cuatro años asesinaron a su madre, y hoy, cuatro años después, el presunto asesino está libre.
Hace cuatro años, asesinaron a sangre fría a Aury Estela González. Una reconocida docente samaria y además, fundadora del colegio Howard Garner.
El crimen que estremeció a la ciudadanía, hizo que prontamente las autoridades prometieran mover cielo y tierra para dar con los responsables del crimen.
Mientras descendía de su carro, la docente Aury Estela González fue asesinada hace cuatro años.
La comandante de la Policía Metropolitana hace un cuatrienio, era la hoy secretaria de Seguridad, Sandra Vallejos; y prometió un grupo élite en el caso.
Un grupo de expertos en criminología y balística, llegó de Bogotá para investigar los móviles y pormenores del asesinato. Pero no sirvió de mucho. Sigue impune.
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NO HAY RESPUESTAS
Sara Aguilar González, insiste en recordar a su madre a través de los actos de amor y de servicio que caracterizaron su vida. Y también exige justicia.
En las cámaras de seguridad, quedó registrado el momento en el que un sicario desciende de un taxi, le propina varias heridas con un revólver y se da a la huida.
La excomandante de la MESAN, Sandra Vallejos, aseguró en su momento que no habría impunidad.
Gracias al aviso ciudadano, pudo iniciarse una persecución, pero sólo se logró capturar al conductor del vehículo. Fue apresado, pero hoy está en libertad.
Por vencimiento de términos fue liberado, la única persona, que quizás, pueda responder al gran interrogante: ¿por qué mataron a Aury Estela González?
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QUEDA LA JUSTICIA DIVINA
Es Sara la encargada de preservar su legado. A través del colegio del que su madre fue fundadora, la recuerda día a día y se niega a olvidarla.
Así como tampoco se niega a olvidar las promesas de justicia que le hicieron en su momento. No pide venganza, sólo que los responsables paguen.
Sara Aguilar González, preserva el legado de su madre y rechaza la impunidad del caso.
A pesar de las muchas largas del proceso, de una audiencia que debió darse en marzo y que hoy está en el limbo; aguarda porque llegue la justicia colombiana.
“Confío en la verdadera justicia que no viene del hombre, espero saber qué fue lo que pasó y por qué, en cuatro años no hemos tenido respuesta” afirma con dolor.
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