Fue fundado un viernes 16 de abril del año 1982, época en la que se conmemoraba el triduo pascual. Los primeros habitantes que llegaron aprovecharon la fecha para hacer honor al Sagrado Corazón de Jesús. Desde este momento ‘Cristo Rey’ se convirtió en la figura religiosa y Santo Patrón del sector.
Desde la década de los 80 la comunidad ha tenido una afinidad especial con el Santo Patrón Cristo Rey, tanto así que hoy día la mayoría son creyentes de la intercesión, acogiéndose a la protección de Dios.
Zunilda Carrillo es una mujer de 80 años de edad oriunda del Municipio de Pivijay Magdalena, y vive hace 34 años en el barrio. Cuando llegó a Cristo Rey solo había 12 casas construidas en bahareque, en medio de caminos de herradura.
La fachada de la iglesia tiene fuertes columnas, una puerta en madera y dos cruces en la parte superior.
En ese momento las personas sobrevivían a través de la actividad pesquera y la agricultura. Los pescadores escogían como destino la Playa del Aeropuerto para hacer su faena, mientras otros se dedicaban a sembrar yuca, maíz, ñame y frijoles.
Zunilda recuerda que muy cerca de su casa se encontraba un pozo artesanal donde la comunidad se abastecía de agua, pero esta era salada y sin ningún tipo de purificación. El sabor era tan fuerte que hasta cambiaba el sabor del tinto.
LAS FIESTAS PATRONALES
Anteriormente cada de 16 abril se realizaban las festividades del barrio, pero en los últimos años fueron canceladas por la Junta de Acción Comunal. Durante las celebraciones empezaron a presentarse riñas por el consumo de alcohol.
En diferentes esquinas se instalaban pickups, que interrumpían la programación religiosa. El líder comunal Rafael Urueta dice que estas fiestas lastimosamente pasaron a la historia, por situaciones como estas donde abundaba el peligro.
Zunilda llegó a Cristo Rey en el año 1985 a raíz del desplazamiento y el conflicto armado en el Magdalena.
Poco a poco la infraestructura de la iglesia católica de Cristo Rey fue cambiando, con el pasar del tiempo fue construida en material gracias a recursos reunidos por la comunidad.
Las diferentes actividades programadas por la iglesia se hacían debajo de la sombra de kioscos o enramadas, y la calle 147 que conduce hacia la parroquia no ha cambiado, sigue siendo polvorienta y sin ningún tipo de pavimento.
